El futuro era esto. Y ya está aquí
Artur.-Algún día, querida, todo esto será nuestro.
Helena.-Tontín, si ya lo es.
Esta mañana, dos fotos de los periódicos han hecho el papel de la magdalena proustiana y me han avivado la memoria. Una de ellas, la que pueden ver sobre estas líneas, era la apertura de la sección España en el diario El País y podría enmarcar un diálogo conyugal como el que proponemos una vez que la tropa ha desalojado el Parlament.
La segunda, que pueden ver abajo, estaba en la portada de El Mundo y muy bien podría servir para un anuncio en la sección ‘Contactos’ del periódico del Grande. Recordarán aquel reclamo (Srta. catalana de lujo e independiente. Muy sexy…) que sólo tenía un defecto: no estar escrito en la lengua de inmersión. Bueno, pues justo debajo debería ir la segunda foto de este comentario con el texto: “Para acompañar relación incestuosa ofrécese ofrécese Pagafantas. Considerado, limpio y discreto. Razón: PSC, preguntar por Pere”.
Entre mis muchos errores del pasado, hay uno que esta mañana me viene con un recuerdo persistente. Cuántas veces habré pensado durante los 23 años de pujolato que el gran error socialista estaba en Raimon Obiols, tan soso. Ah, el día en que el PSC estuviera encabezado por Maragall. Otro gallo y otro futuro nos cantaría. Y el gallo cantó. Y el futuro ya está aquí y era esto: Pere Navarro, un alcalde de pueblo que nunca debió pasar de pedáneo. Claro que para hacer de valet de chambre de Artur Mas tampoco vas a fichar a un catedrático de la London, qué desperdicio.
Vean al pobre Pere, tan ufano, haciendo de panceta en el bocadillo que hacen Mas y Junqueras, nada entre pan y pan. “Desolación en el PSOE”, dice titular, cuando solo estamos ante un diagnóstico autocumplido: “El PSOE es el partido que más se parece a España”, dijeron. Efectivamente, véase la muestra.
