UPyD denuncia el "sectarismo" y la "utilización torticera del Parlament" por parte de los partidos tradicionales · El Parlament tiene la facultad de no derogar la LNL; lo que no tiene es la facultad de calificar de "peligroso" al partido que propone derogarla porque considera que la sociedad ya es normal · El papel del Partido Popular, patético
Palma, 18 de febrero de 2011
Ayer publicó la Agencia Europa Press que una noticia en la que se afirma lo siguiente:
La Comisión de Cultura, Educación y Deportes del Parlament ha aprobado por unanimidad una Proposición No de Ley del PSIB, mediante la cual se ha rechazado el planteamiento de derogar la Ley de Normalización Lingüística, así como los intentos de utilización de la lengua propia de Baleares como motivo de desestabilización y de generación de conflictos inexistentes en nuestra sociedad para lograr rédito electoral. De esta forma, la Cámara autonómica declara "peligrosos para la convivencia social los individuos o colectivos que realicen esta utilización".
Ante esta información, y a la espera de conocer el texto literal del acuerdo para juzgarlo definitivamente, Unión Progreso y Democracia (UPyD) desea
manifestar lo siguiente:
1. Unión Progreso y Democracia es el único partido que propone en su programa electoral autonómico la derogación de la Ley de Normalización Lingüística, por lo que interpretamos que esta proposición no de ley va dirigida expresamente contra nuestra formación política.
2. Negamos que rechazar la Ley de Normalización Lingüística sea utilizar la llamada lengua propia de Baleares para "desestabilizar" ni "generar conflictos en nuestra sociedad para lograr rédito electoral". Bien al contrario, creemos que en Baleares coexisten naturalmente las dos lenguas oficiales y que sentenciar que una es propia y otra ajena sí genera discriminación y enfrentamiento. Creemos que la sociedad ya es normal y no necesita que vengan los políticos a decidir cómo deben hablar los ciudadanos.
3. Consideramos de un sectarismo manifiesto que socialistas, nacionalistas y populares utilicen el Parlament para estigmatizar a colectivos e individuos que defiendan posiciones políticas al menos tan respetables como las suyas, tachándolos de "peligrosos para la convivencia" por no compartir sus puntos de vista. El Parlament es por definición -o debería ser- un centro de debate que tiene que aspirar a representar la pluralidad de la sociedad. Cualquier idea que quepa dentro de la Constitución debe ser respetada en su seno. La cámara autonómica no puede convertirse en dispensadora de bulas de verdad oficial que satanicen al adversario político. Y que los nacionalistas -incluido el PSIB- actúen de esta manera está dentro de lo esperable, pero que el Partido Popular, por llevarse bien con el nacionalismo, vote contra lo que piensan sus propios militantes y votantes alcanza el grado de patético.
4. Nos preguntamos qué partido es más "peligroso para la convivencia": si uno que propone pacífica y democráticamente derogar una norma que considera equivocada o, por el contrario, los que subvencionan a organizaciones anticonstitucionales que fomentan la discriminación e incluso la violencia en nombre de una lengua; o los que duplican legislatura tras legislatura la deuda acumulada de la Comunidad Autónoma sin resultados palpables por los ciudadanos, poniendo al borde de la quiebra su economía; o los que cada semana ven desfilar a sus dirigentes por los juzgados, presuntamente por haber robado el dinero de los ciudadanos.
5. UPyD considera intolerable esta utilización torticera del Parlament. Esta Proposición No de Ley representa bien claramente el alejamiento de la clase política con respecto a la ciudadanía balear, que encuesta tras encuesta se muestra contraria a los excesos cometidos en nombre de la normalización lingüística y el decreto de mínimos. UPyD es consciente de la degradación del Parlament como institución en manos de los partidos que han construido esta autonomía, pero lo aprobado este jueves es insólito, porque pretende imponer una verdad oficial. El Parlament tiene -por supuesto- la facultad de aprobar, modificar o derogar una ley; lo que no tiene es la facultad de estigmatizar los puntos de vista contrarios a los partidos representados; un voluntarismo, además, infantil, pues -como sabemos- la composición de la cámara cambia cada cuatros años. De aquí lo absurdo de pretender fijar para siempre verdades oficiales.
6. Por último, UPyD recuerda que los responsables de generar conflictos lingüísticos no somos quienes apostamos con claridad por el bilingüismo en la administración y la enseñanza, sino los autores de una imposición que discrimina a los ciudadanos por razones de lengua en una tierra donde tenemos dos idiomas oficiales. Esta iniciativa parlamentaria en defensa de la lengua sagrada será, si su texto concuerda con lo publicado ayer, un paso hacia el totalitarismo. Si cuenta con el apoyo de los ciudadanos en las elecciones de mayo, UPyD trabajará en el Parlament para que los partidos tradicionales recuperen el sentido común que parecen haber perdido.