Balears lidera, de nuevo, el crecimiento demográfico de España, según los datos provisionales del padrón que ha dado a conocer el Instituto Nacional de Estadística referidos al 1 de enero de 2009, con un incremento del 2,1 por ciento respecto al año anterior; dato que en cifras absolutas supone 1.094.972 residentes. El otro dato significativo, en el que las Islas también se sitúa a la cabeza en relación al conjunto del Estado, es el porcentaje de población extranjera, un 21,7 por ciento, muy por encima del resto de las comunidades autónomas.
Resulta significativo el detalle de que Balears ha aumentado su población el doble, en términos porcentuales, que en el conjunto de España y eso cuando ya los efectos de la crisis eran evidentes, en especial con el espectacular crecimiento de las tasas de desempleo. Por tanto, el retorno de la emigración como consecuencia del deterioro económico no está teniendo, a la vista de los datos del INE, su reflejo estadístico.
El constante crecimiento de la población en Balears obliga a tener muy presente sus consecuencias. La primera es el indudable impacto social que supone que el 21,7 por ciento de los residentes sea extranjero, incorporar toda esta diversidad cultural y lingüística pone a prueba la capacidad y el esfuerzo de integración que son capaces de tener las Islas. Otro punto a tener en cuenta son las consecuencias urbanísticas y medioambientales para un territorio limitado, como es el caso de las Islas. Un último aspecto, y no por ello menos importante, hace referencia a la sostenibilidad económica de la prestación de servicios, un tema que está directamente relacionado con la financiación autonómica y del que, por el momento, sólo se saben las promesas.
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