martes, 8 de octubre de 2013

Arcadi Espada: 'Comparar a Mas con Hitler no solo es posible sino que es conveniente'

 

EL COLUMNISTA DE 'EL MUNDO' ESCRIBE SOBRE LA PROPUESTA DE CIU DE QUE EL DELITO DE ODIO CASTIGUE A LOS QUE VINCULEN A LAS FORMACIONES POLÍTICAS DEMOCRÁTICAS CON LOS TOTALITARISMOS


Madrid.- El grupo parlamentario de CiU quiere que el delito de odio del nuevo Código Penal castigue a quien vincule a formaciones políticas democráticas con el nazismo. Esta iniciativa es consecuencia de la interpelación que dirigió el 25 de septiembre el diputado nacionalista Jordi Xuclá al ministro de justicia, Alberto Ruiz Gallardón, argumentando que un "presidente democráticamente elegido" como Artur Mas no puede ser comparado con totalitarismo como el nazismo alemán sin que existan consecuencias.

A propósito de este tema, el columnista de 'El Mundo' Arcadi Espada escribe este martes un artículo tratando la propuesta de Xuclá, que se vota hoy en el Congreso de los Diputados. Espada afirma haber sufrido en sus propias carnes los insultos de los que se queja Xuclá: "Hay una notable cantidad de personas o de meros aspirantes que me han llamado nazi o franquista, término que forma parte del vocabulario político habitual de muchos miembros del partido del diputado Xuclá", sostiene. Además, considera que "la propuesta del diputado Xuclá que hoy se vota es un error".
Espada expone en primer lugar que se puede hacer una comparación perfectamente lógica entre las vidas de Hitler y Mas: "Adolf Hitler y Artur Mas tienen varias cosas en común. El oficio de la política. El nacionalismo. Una determinada concepción de la lengua. El volksgeist. Comparar a Mas con Hitler, y señalar sus semejanzas, no solo es posible sino que es conveniente. No toda
comparación de esa naturaleza tiene que acabar en Auschwitz".
Por otro lado, destaca lo arbitrario de la propuesta: "No veo dónde está descrito el privilegio de que nazi sea la única palabra del idioma que solo pueda emplearse en sentido recto". 
Finalmente expone la relatividad de lo que se pretende votar hoy en el Congreso: "El insulto es patrimonio del que lo recibe, de tal manera que lo que uno considera insultante puede no serlo para otro". En ese sentido, agrega: "Me pasé media tertulia llamándole comunista a uno y el hombre, feliz, cada vez pedía más. Depende, Xuclá, depende".
En definitiva Arcadi Espada aboga por educar y no por punir: "Y sobre todo basta educar a los niños en la desmitificación del adjetivo, aplicando la inmortal sentencia stendhaliana: «Muestre y no declare». Esa instrucción estilística y ética, tan ajena a la política".