jueves, 2 de agosto de 2012

Los huesos de Juan March serán desenterrados por una demanda de paternidad


Juan March, su esposa Leonor Servera y su nuera Carmen Delgado.

24-08-2009 | ULTIMA HORA

El Juzgado de Primera Instancia número 8 de Madrid ha ordenado que se lleven a cabo en Palma una serie de diligencias para esclarecer una demanda de paternidad de Juan March Ordinas. Fuentes del citado juzgado han confirmado a este periódico que la demanda, que se presentó el año pasado y se trata de llevar en el máximo secreto, está clasificada como la 1472/11. El titular del citado juzgado ha llevado a cabo ya algunas diligencias al respecto, después de analizar el escrito del abogado del demandante y admitir a trámite la petición.
Exhumación
Hace algunas semanas que el juez, para continuar con las diligencias practicadas hasta el momento, tomó la decisión de que se exhumen los restos del financiero mallorquín, que se encuentran enterrados en un mausoleo, en el cementerio de Palma.
Dado el secretismo con el que se están llevando a cabo las actuaciones, desde el juzgado no ha sido posible obtener el dato de la identidad del demandante, ni tan siquiera de su sexo.
En cualquier caso, sí que se ha confirmado que se trata de una persona que reclamaría los beneficios económicos que le corresponderían, caso de confirmarse que se trata de un hijo nacido de una relación extraconyugal del financiero mallorquín.
Juan March Ordinas nació en Santa Margalida en 1880, hijo de un mercader agrícola. En los distintos relatos de su vida se le ha definido desde como una persona «muy astuta», hasta un «mercader sin escrúpulos».
En 1911 se hizo con el monopolio del tabaco en Marruecos, negocio que en aquellas fechas estaba en una fase muy floreciente, y cinco años más tarde fundó la compañía Trasmediterránea. Tuvo un papel fundamental en la Guerra Civil española, apoyando el levantamiento del general Francisco Franco, y los historiadores le sitúan también en un papel «muy importante», para tratar de convencer al ya victorioso dictador español, para que no se aliara con Hitler en la II Guerra Mundial, siguiendo así los deseos del primer ministro británico Winston Churchill.
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