Muy pocos centros se suman al montaje nacionalista · El consejero Llinás recurre a la estratagema de hacer pasar por "actividad complementaria" lo que no es sino una manipulación política de los estudiantes
Arturo Muñoz, candidato por Unión Progreso y Democracia (UPyD) al Ayuntamiento de Palma y responsable de política lingüística del partido, considera que
"los tiempos en los que el mundo educativo en bloque se plegaba a las presiones nacionalistas han pasado. Se ha tenido que travestir de actividad complementaria la instrumentalización de los jóvenes en contra de las declaraciones de un político para no incurrir en flagrante ilegalidad. Muy pocos centros se han sumado, lo que demuestra que la mayor parte del mundo educativo balear distingue entre docencia y doctrina política. Es un síntoma de que la parte sana de la institución es importante".
El consejero de Educación, Bartomeu Llinàs, que "eludió su responsabilidad al no reconocer que los claustros de los institutos no tienen como función organizar reacciones políticas, ha escurrido hábilmente el bulto y demuestra su condición de superviviente de la política.
Como todos los responsables educativos del PSOE y del PP que le precedieron",
continúa Muñoz,
"se ha subordinado al lobby nacionalista con el que gobierna su partido, si bien ha logrado velar los hechos, calificándolos de actividad complementaria a favor de la unidad de la lengua. Se ha permitido así que en horario lectivo se camufle de actividad cultural lo que en principio se concibió como un acto contra unas declaraciones sobre la libertad de elección de lengua vehicular. Se ha dedicado horario lectivo, durante toda la mañana y por parte de los profesores que lo quisieran, a actividades pseudoculturales de exaltación identitaria de la lengua. Todo, pancartas, happenings i manifestaciones colectivas, incluyendo el fondo acústico de La Balanguera en un instituto de las afueras de Palma, al estilo patriótico propio de otras épocas de la historia de España de la que abominan."
Con todo, "UPyD celebra el fracaso de la movilización. Muy pocos de los varios centenares de centros educativos de Baleares se han adherido a este acto político. Y en éstos, sólo los docentes incapaces de distinguir entre su función institucional y sus opciones políticas se han sumado al montaje. Hay que felicitar a los profesores que respetan el marco legislativo; por el contrario, lamentamos que en el caso del consejero Llinás la profesionalidad no haya evitado una actuación bochornosa y merecedora de cese inmediato por no ser capaz de preservar la educación de presiones políticas. Su actitud contrasta con la salud democrática de la gran mayoría de docentes", concluye Muñoz.
