Los hechos desmienten la mayor sensibilidad social del nacional-socialismo: arruinan cuanto tocan
El Govern ha conseguido colocar a Baleares en el último lugar de uno de los índices que miden el gasto social: el de la inversión en sanidad pública por habitante. En dos años ha abandonado el tercer puesto por la cola y se ha puesto en último lugar superando a las peor situadas: Madrid y Valencia. La partida destinada en 2010 ha sido de 1.066 euros cuando la media española es de 1.344. En el lado opuesto está el País Vasco, que destina 1.623.
El descenso de la partida, fruto del mayor recorte de la historia en el presupuesto de la Conselleria de Salud en 2010, es preocupante porque también ha bajado el índice que hacía de contrapeso: el número de habitantes con seguro sanitario privado. El porcentaje de este tipo de afiliación ha pasado del 26% en 2004 a un 19% en 2009 debido a la crisis económica. Muchas familias se han ahorrado pagar el seguro y ahora utilizan la sanidad pública.
El Consell Econòmic i Social (CES) de Baleares reveló la semana pasada estos datos y algunos más que han hecho saltar todas las alarmas de la sostenibilidad del sistema sanitario público. Todas las comunidades españolas se encuentran en una grave situación pero Baleares ha empeorado más en los últimos años por diversos factores como el aumento poblacional, el atraso histórico que sufre en la financiación procedente del Gobierno central y el descenso del número de seguros privados.
La Conselleria de Salud, a través de su Servicio de Salud (Ib-salut), se ha visto obligada a seguir dando la misma asistencia con menos dinero y el resultado ha sido un aumento desmesurado de su deuda. El Ib-salut ha pasado de deber 44 millones en 2002 a 354 en 2009. Los mayores saltos se han dado entre 2002 y 2003 y en el periodo 2005-2009. Según pudo saber EL MUNDO / El Día de Baleares, la previsión de deuda que el Ib-salut hizo a nivel interno para 2010 era ya estratosférica: 526 millones. Sin embargo, la Conselleria de Economía y Hacienda salió al rescate en el mes de abril y asumió 180 millones de la deuda, con lo que la cantidad que queda ronda los 346 millones.
El CES ha concluido en su Memòria 2009 que «la evolución de la deuda en el ámbito de la sanidad pública ha llegado a unos niveles que comprometen la sostenibilidad y que requieren el arbitraje de algún tipo de solución». El CES ya avisó de que se dispararía el gasto sanitario en Baleares gracias a un estudio del cetedrático de Economía Guillem López Casasnovas y así lo adelantó este periódico el pasado 7 de mayo. Alertó de que la crisis económica provocaría un descenso del número de seguros privados y un aumento de la demanda de la sanidad pública. Además, criticaba duramente el modelo de financiación que posee Baleares porque «no recoge el incremento de la población producido a partir de 1999, no tiene en cuenta la población flotante y la insularidad supone un sobrecoste».
El nuevo estudio del CES indica que el nuevo modelo de financiación puesto en práctica en enero de 2009 «no ha compensado la reducción de los ingresos derivados del efecto de la crisis económica en la recaptación fiscal». Uno de los grandes problemas de la sanidad pública es el desvío presupuestario, es decir, la diferencia entre lo que se presupuesta y lo que se gasta. Casi todos los hospitales y centros de salud gastan más de lo previsto y ello repercute en el aumento de deuda. El Ib-salut combate el problema desde 2009 con un duro plan de eficiencia y austeridad.
El Mundo Baleares
- Destina sólo 1.066 euros 'per capita'
- En dos años ha superado a las peor situadas: Madrid y Valencia
- El CES avisa de que la deuda del Ib-salut 'compromete la sostenibilidad'
El Govern ha conseguido colocar a Baleares en el último lugar de uno de los índices que miden el gasto social: el de la inversión en sanidad pública por habitante. En dos años ha abandonado el tercer puesto por la cola y se ha puesto en último lugar superando a las peor situadas: Madrid y Valencia. La partida destinada en 2010 ha sido de 1.066 euros cuando la media española es de 1.344. En el lado opuesto está el País Vasco, que destina 1.623.
El descenso de la partida, fruto del mayor recorte de la historia en el presupuesto de la Conselleria de Salud en 2010, es preocupante porque también ha bajado el índice que hacía de contrapeso: el número de habitantes con seguro sanitario privado. El porcentaje de este tipo de afiliación ha pasado del 26% en 2004 a un 19% en 2009 debido a la crisis económica. Muchas familias se han ahorrado pagar el seguro y ahora utilizan la sanidad pública.
El Consell Econòmic i Social (CES) de Baleares reveló la semana pasada estos datos y algunos más que han hecho saltar todas las alarmas de la sostenibilidad del sistema sanitario público. Todas las comunidades españolas se encuentran en una grave situación pero Baleares ha empeorado más en los últimos años por diversos factores como el aumento poblacional, el atraso histórico que sufre en la financiación procedente del Gobierno central y el descenso del número de seguros privados.
La Conselleria de Salud, a través de su Servicio de Salud (Ib-salut), se ha visto obligada a seguir dando la misma asistencia con menos dinero y el resultado ha sido un aumento desmesurado de su deuda. El Ib-salut ha pasado de deber 44 millones en 2002 a 354 en 2009. Los mayores saltos se han dado entre 2002 y 2003 y en el periodo 2005-2009. Según pudo saber EL MUNDO / El Día de Baleares, la previsión de deuda que el Ib-salut hizo a nivel interno para 2010 era ya estratosférica: 526 millones. Sin embargo, la Conselleria de Economía y Hacienda salió al rescate en el mes de abril y asumió 180 millones de la deuda, con lo que la cantidad que queda ronda los 346 millones.
El CES ha concluido en su Memòria 2009 que «la evolución de la deuda en el ámbito de la sanidad pública ha llegado a unos niveles que comprometen la sostenibilidad y que requieren el arbitraje de algún tipo de solución». El CES ya avisó de que se dispararía el gasto sanitario en Baleares gracias a un estudio del cetedrático de Economía Guillem López Casasnovas y así lo adelantó este periódico el pasado 7 de mayo. Alertó de que la crisis económica provocaría un descenso del número de seguros privados y un aumento de la demanda de la sanidad pública. Además, criticaba duramente el modelo de financiación que posee Baleares porque «no recoge el incremento de la población producido a partir de 1999, no tiene en cuenta la población flotante y la insularidad supone un sobrecoste».
El nuevo estudio del CES indica que el nuevo modelo de financiación puesto en práctica en enero de 2009 «no ha compensado la reducción de los ingresos derivados del efecto de la crisis económica en la recaptación fiscal». Uno de los grandes problemas de la sanidad pública es el desvío presupuestario, es decir, la diferencia entre lo que se presupuesta y lo que se gasta. Casi todos los hospitales y centros de salud gastan más de lo previsto y ello repercute en el aumento de deuda. El Ib-salut combate el problema desde 2009 con un duro plan de eficiencia y austeridad.
El Mundo Baleares