lunes, 1 de noviembre de 2010

Tontos útiles, Rafael Vargas

Los maestros Lenin y Trotsky enseñaron a obtener el poder con ayuda de ilusos a los que consideran, inmisericordes, «compañeros de viaje» o «tontos útiles». El éxito del método produce alumnos aventajados, entre los que destaca en Ibiza Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que supera al maestro: «Ponen el pie sobre la cabeza de sus compañeros de la izquierda para volar más alto», dice el conseller Prats de la relación de ERC con sus compañeros de viaje. Tiene ERC casi tanto portavoz como socios, otra táctica aprendida del manual comunista, destinada a aparentar que los pocos son muchos.

La portavoz/socio de ERC Esperanza Marí advierte, «para informar y no confundir a la población», de que Esquerra Unida no respeta los acuerdos, se ha apropiado de las siglas de Eivissa pel Canvi (ExC )y es más adecuado hablar de EU que de ExC, formación a la que declara extinta y «una simple marca blanca de EU». Así ERC, que dejó a los comunistas solos en ExC, los culpa de
quedarse solos y de quedarse las siglas, pero ERC mantiene sus cargos mientras otros los pierden. Que pregunten al ex conseller Ramon. O al aún conseller Prats, despechado al verse tratado como compañero de viaje: «Son lamentables las duras críticas contra ExC de ERC, que transmite un mensaje de que son víctimas, cuando no lo son». Hay que agradecer a Prats su arrebato de sinceridad sobre ERC: insolidaria, hace leña del árbol caído, no tiene escrúpulos. Con esos antecedentes, ahora que ERC promueve una nueva formación política de supuesto centro, son previsibles en el futuro más muertos por el camino como los que encuentra Prats tras colaborar con ellos.

EU, ENE y ERC, los integrantes de ExC, ratifican estos días que sus acuerdos preelectorales son táctica para acceder al poder que no obtienen con sus escasos votos; y que entre sí se consideran compañeros de viaje hasta la hora de sacar los cuchillos. Quienes votaron a ExC como ejemplo de honestidad y desapego al poder gritan su frustración por confiar en la buena fe de políticos bastante comunes, y vemos la ruina de ExC cuando afrontan precisamente lo que dijeron que les une: el territorio. Por su parte, Prats se excusa para no irse en que las voces que reclaman su marcha son de la derecha, y que «no sería inteligente hacerles caso, porque ellos no han dado ejemplo cuando han podido». Reconoce Prats que imita a la derecha en no irse y parece no ver que lo que beneficia a la derecha es que cargos frustrados como él aventen las contradicciones del Consell desde dentro.
Los argumentos de algunos que se quedan son los que todo político profesional usa cuando llega la hora de dimitir, para resistir en un cargo en el que ya poco más hace que cobrar a fin de mes.

Prats pide «respeto» a Tarrés, gran experto en disponer de compañeros de viaje, cuando la sangre corre a chorros, pero Joana Barceló, portavoz del Govern, no la ve y acude al humor: «Son más los elementos de acuerdo entre ambas fuerzas políticas que las desavenencias» y el Govern trabajará «con todas las fuerzas políticas, para llevar adelante los proyectos con el máximo acuerdo». Asegura eso mientras el Govern prorroga los presupuestos por su incapacidad de llegar a acuerdos. Con el derroche en mantener tantas fuerzas políticas en desacuerdo, al Govern que rebajó el sueldo a los funcionarios no le queda ya ni para los institutos de Ibiza ni para becas de estudiantes ni para el gasto farmacéutico. Visto el panorama, cabe la duda de si el tonto más util en este viaje no será el contribuyente que los elige y del que viven todos estos viajeros.

Diario de Ibiza