Por: Tribuno Marco Thorius
¡Ya lo decía Unamuno! Es evidente y no se puede negar que en Mallorca, existen personas que nacidas o residentes en el archipiélago balear, se sienten catalanas y desearían que sólo existiera un idioma catalán, la lengua estándar y que este sea la del Instituto de Estudios Catalanes.
Y se refieren a ella como: “LA NOSTRA LLENGUA”.
Ya Don Miguel de Unamuno dijo referente al mallorquín o balear, en una estancia suya en Mallorca allá por el año 1916, plasmándolo en su obra “Andanzas y vivenciass españolas”, página 515, editorial Crisol:
« (...) ya ve el lector que leo algo más que la media docena de libros que me traje, pero lo demás que leo es en mallorquín. Curiosidad de filólogo. A donde quiera que voy me gusta leer en lengua de aquel país, en Portugal por ejemplo apenas leo sino en portugués, y ahora aquí, leo en mallorquín. Pero cuidado, que lo sea, y no en catalán. (...) los literatos mallorquines propenden a escribir, no en la lengua viva de su tierra, sino en catalán. Los literatos y los intelectuales, aquí, generalmente son catalanistas más que mallorquinistas».
Estos ciudadanos están en su derecho de no querer, ni apreciar nuestra lengua autóctona, “qué porém fé, si no estimen ni vólen SA NOSTRA LLENGO MALLORQUINA”.
Pero estos ciudadanos tienen que ser conscientes que también existen otros ciudadanos, que les
da igual la unidad del catalán estándar y no tienen ningún interés en hacer del catalán uno y grande, ni en la creación política de unos “Paisos catalans”. Y mucho menos tienen interés en que se margine y aniquile nuestra lengua balear (mallorquín en Mallorca, menorquín en Menorca, e ibicenco en Ibiza).
Los ciudadanos de estas islas que no practican el infame y patético genocidio lingüístico de la lengua balear han estado y están orgullosos de tener y usar tanto oral como escrita, una lengua romance de las más antiguas y arcaicas que existen y que ya en tiempo de los romanos se la conocía como lengua balear “balearicum eloquium”. Todos estos políticos, literatos e intelectuales, que al referirse a la modalidad del catalán central lo califican de (“le nostre llengua”) tendrían que explicar: porque Mossén Alcover nunca se refirió a ella como nuestra lengua y además añadía que todas las SEIS modalidades del catalán (siete si incluimos la modalidad del Alguer de Cerdeña) “eran absolutamente autónomas e independientes entre si, y todas con los mismos derechos y categoría literaria”.
Además, el mismo Mossén Alcover no era partidario ni de la unidad de la lengua catalana ni que la modalidad del catalán de Barcelona o catalán central como lo denominaba Mossén Alcover tuviese que ser el catalán literario, y esta postura fue el motivo de que se pelease con el IEC y con Pompeu y Fabra.
“El sabio puede cambiar de opinión, el necio nunca” (Kant-)
Artículo publicado en el semanario Manacor y retirado por las presiones catalanistas.
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Hoy puedes leer mi artículo Observatorio de verano, donde trato de tres grandes problemas de Ibiza.
En Notas de un fenicio o en Diario de Ibiza directamente.