La flor y la nata que ha conducido a las Baleares a un pozo sin fondo del que nos llevará años recuperarnos. Corrupción aparte.
Forajidos de leyenda, escribe Agustín Pery - El Mundo
No es que pactara en secreto. Tampoco que su inconsciencia avive las
llamas del incendio laboral. Ni siquiera merece la pena pararse en su
ceguera e inutilidad.
A estas alturas resulta absurdo mesarse los
cabellos porque un conseller del Pacte decidiera en plena crisis
económica libar a los médicos, sus colegas de bata, a cambio de que le
saludaran por la calle en vez de silbarle a la puerta del despacho.
Ya no importa que lo hiciera a escondidas, como bien alertamos en
nuestras páginas entonces.
No me lo creo. Imposible que sea lo que nos indigne. ¿Sólo eso?
Venga ya. Vivimos en un holocausto laboral de dimensiones inasibles.
Qué más nos da que
unos cuantosmédicos tengan que devolver los complementos salariales
que seguro que se merecían pero nuestras escuálidas arcas no se podían
permitir.
Lo preocupante es que hubo una sentencia que acabó en un cajón. Que lo
que dictó un tribunal lo ignoró un conseller, demostrando una vez más
que el PSOE es el partido que más ha hecho para barrenar los cimientos
del sistema democrático de nuestro país.
Si hoy hubiera
un mínimo de decencia, un átomo de seny entre las filas del PSIB,
Vicenç Thomàs
debería
devolver su acta de diputado, ser expulsado del partido y abandonado
solo ante la Ley que ni respeta, ni acata y mucho menos cumple. No
ocurrirá.
Orgullosos de una herencia que nos ha llevado hasta donde
estamos, Francina Armengol blindará a su edecán favorito y justificará
lo
que nunca aplaudiría ni de duques, infantas,ministros de Aznar o
votantes del PP.
El argumento, otra vez, será el y tú también.Esta vez apuntalado en el
hecho de que el PP recién llegado al Consolat mantuvo el despropósito
perpetrado, y ocultado, por sus predecesores del Pacte. En su descargo
diremos que no fueron ni los autores
materiales ni intelectuales de un acuerdo de 2008 entre el IB-Salut y
los médicos
que el Tribunal Superior de Justicia dictaminó ilegal en 2010.
Fueron
cooperadores
por omisión, por tactismo o quizá por temor a añadir más leña al fuego
hospitalario
por culpa no de los inaplazables recortes sino de la prevaricación y
malversación
del inefable conseller socialista.
El PSIB, en cambio, se situó conscientemente al margen de la ley,
demostrando una vez más que son unos forajidos sin leyenda para los
que no hay tribunal que valga si no sirve a sus intereses. Lo suyo es
mucho más grave que las corruptelas, tan
presuntas por ahora como las suyas, de Jaume Matas y sus cortesanos.
Al ex president
lo juzgamos como nos place cada ciudadano pero lo condenan los tribunales.
Al ex conseller del PSIB lo sentenció un tribunal y él solito se absolvió. No me
digan que no tienen bemoles el puñetero matiz.
Lo que hizo Thomàs escondiendo una sentencia del TSJB fue poner en
práctica esa supremacía moral que acerca a su partido a los regímenes
totalitarios tanto como
lo aleja de los usos democráticos.
Practica el PSIB un fascismo clandestino que es tan reprobable como el
oficial que dicen detestar y en el que engloban a todos los que no
danzamos al son de sus xirimiers. No son una raza superior —todo
llegará— pero sí unas siglas.
Por eso,
porque la ley son ellos, no tienen por qué someterse a la que nos
juzga, condena o
absuelve, a todos los demás. A los sociolistos les basta con abrir y
cerrar un cajón
para que la división de poderes salte por la ventana.
Los ejemplos hace tiempo que dejaron de ser una excepción para
convertirse en norma. Donde los demás celebramos que por fin los
padres puedan elegir la lengua de primera enseñanza de sus hijos
(incomprensiblemente no en todas las etapas, lo que convierte un
derecho en un privilegio), el armengolismo aplaude que un 87% haya
escogido el catalán frente al castellano sin importarle que las
coacciones que han sufrido muchos padres hayan podido adulterar el
resultado.
Como lamentaba en estas mismas páginas Ramón Aguiló
Obrador, digno hijo de tan digno padre, han convertido «un medio de
comunicación, la lengua, en un fin, en un sujeto histórico de
derechos, en un ídolo al que reverenciary rendir pleitesía» por encima
de la libertad de los personas. De todas y cada una de las personas.
Lo mismo que encierran la legalidad salarial en un cajón, sojuzgan los
derechos individuales o reparten títulos de buen balear con criterios
peligrosamente supremacistas,abren la jaula donde guardan a sus perros
de la guerra para que muerdan donde ellos quierenpero no deben. Que
hay que mantener las formas.
La jauría lanza piedras y se esconde tras
la mano que siempre les ha dado de comer a costa de nuestros
impuestos.
No se engañen. La ruina económica agravada por su insensata gestión no
es el peor legado que
nos dejó cuatro años de (des)Govern del Pacte.
Lo peor es que gracias
alTSJB ya sabemos, por si quedaba alguna duda, que el PSIB siempre
supo lo que hacía.
Lo de que fuera legal era lo de menos.
Orgullosos de ser unos Robin Hood siempre al margen de la ley. Aunque
al final si robaron a los ricos no fue para dárselo a los pobres. Eso
se lo puede asegurar un servidor, Thomàs y las ariátides que le
observan retozar en su escaño del Parlament.
Agustín Pery - El Mundo