sábado, 26 de mayo de 2012

La inoperante estación de autobuses de Ibiza: sigue la polémica


Escribe:  Alfonso Ribas, Presidente de la agrupación de empresas de transporte Ibizabus

La delgada línea roja




Hace seis meses, la empresa adjudicataria de la explotación de lo que llaman estación de autobuses del Cetis organizó una jornada de puertas abiertas en la que lo más interesante fue un espectáculo de payasos. El 26 de noviembre de 2011 un centenar de personas merendaban con un autobús de cartón circulando por los andenes. Me hace gracia recordar esa escena, porque representa a la perfección lo cómico de un juguete en el que, a mi parecer, solo pueden entrar autobuses de cartón.
Ningún político se dejó ver en aquella cita, no sé si porque conocen las deficiencias de este mamotreto y temían por su seguridad, o si porque no les interesaba asistir para no perjudicar su imagen.
El objetivo de estas jornadas era mostrar a la sociedad ibicenca que la estación de autobuses del Cetis «es un lugar seguro, moderno y funcional». Lo siento, señores, pero su intención no se cumplió. No es segura ni funcional. Ese día, con boato, como el de su inauguración, muchos atravesaron, como en la película ´una delgada línea roja´. Hace un año, en plena campaña política, se quiso cortar una cinta para buscar rédito entre los votantes, y hace seis meses
ese color estaba presente en el suelo, en la supuesta ampliación de andenes, que, simplemente se ha pintado en trazos en el suelo.
El propietario de esta magnífica estación afirmó entonces, y sigue asegurando, que «los empresarios se quejan por vicio», que «las empresas de transporte público tienen que venir para conocer la estación y dejar de opinar sobre plano» (cuando a fecha de hoy, todavía no nos han dejado entrar con los autobuses que deberían operar allí diariamente, y con los conductores habituales de las líneas) y que «las administraciones tienen que llegar a un acuerdo para que entre en funcionamiento». Lo siento,pero ni lo primero, ni lo segundo ni lo tercero.
Seamos de una vez serios, señores. Los empresarios no nos oponemos porque sí a operar en este lugar, estamos cansados de recordar que no es seguro, que carece de entrada y salida independientes, que no es operativa, que es de medidas complicadas para circular con comodidad como necesitan los autobuses, que no pueden operar todos los tipos de vehículos que circulan legalmente por Ibiza y que asiduamente se usan en transporte público de viajeros, y que lo que quieren cobrarnos a nosotros (y/o a las administraciones, y/o a los usuarios) para operar desde allí va a traducirse en un bombardeo contra el transporte público terrestre.
Estos señores quieren que todas las ilegalidades que contiene esta estación se camuflen como excepciones, a costa de incrementar los costes de este servicio. ¿Cómo? Pues contratando personal que solucione que no contemplaran una entrada y una salida de vehículos. No nos olvidemos que la coincidencia de vehículos que salen y entran se da cada 15 minutos de 8 a 23 horas, por lo que creemos que habrá una disminución de horarios, debido al mayor tiempo que se necesitará para hacer el viaje, y un incremento de costes indirecto, causado por la bajada de la velocidad comercial de los autobuses y por las dificultades de operativa que representa esta estación.
Gracias a Dios, hay alguien con cordura, como es la consellera de Mobilitat, quien ha detectado las deficiencias estructurales y económicas de esta ´estación´ y ha hecho públicos datos como que, con una tasa de 10 euros por la entrada de cada vehículo, la de Ibiza sería la estación más cara de España. ¡Sí señores, la más cara del país! Ahora se conocen los datos comparativos. Hace seis meses, en aquel acto amenizado por payasos y autobuses de cartón, nos decían que nos quejábamos «de vicio» por denunciar que querían cobrar cinco veces más, entonces esa tasa era de 50 euros, y nos llegaron a llamar incluso «piratas», afirmando que no queríamos operar desde este lugar «para que no nos controlasen».
¿No les parece lógico que protestemos por esos cánones anunciados, cuando la estación más cara de la Península no llega a 1 euro, y aquí se esta hablando de 10 euros momentáneamente y hasta de 50? Les digo esto porque no se sabe cuándo, podría ser pasado mañana, sea sobre las empresas, la Administración o los usuarios, al final este sobrecoste siempre recaerá en un aumento del precio del transporte que, directa o indirectamente, deberá repercutir en el usuario. ¿O acaso las administraciones tienen o tendrán dinero para pagar los déficits que pueden causar estas cifras?
Estamos de acuerdo en que Ibiza necesita una estación de autobuses, estamos de acuerdo en que la parada/estación actual está obsoleta (aunque no es ni ilegal ni gratuita), pero por favor, no confundan al público. Tal y como figura en las actas inaugurales de las concesiones, por ejemplo en el documento del acta inaugural del Govern balear, con fecha de salida 19/07/96 y número de registro de salida 8862/1996 y firmada por el entonces director general de Transportes, Juan A. Ramonell Amengual, queda claro que todas las paradas incluida la actual, ubicada en Isidoro Macabich, son reglamentarias.
Compartimos la necesidad de una estación para Ibiza, pero una, que imite el modelo de la de San Antonio, que sea sencilla, operativa, funcional y que no arruine el transporte de viajeros. Una, en la que al cruzar los andenes no estemos atravesando ´la delgada línea roja´ de la quiebra del transporte de viajeros.
Diario de Ibiza