Los cargos públicos del Gobierno de Baleares se comprometen a no aceptar regalos, no tener cargos en ninguna empresa, no tener tarjetas de crédito del Gobierno, volar en clase turista y usar el coche oficial solo para actos de gobierno
Durante dos días, jueves 8 y viernes 9 de marzo, Palma de Mallorca se convierte en sede del encuentro del Bureau del Partido Popular Europeo. Temas tan importantes y de relevancia para el futuro de
nuestro país como la labor de las pymes como motores de crecimiento económico, la reforma de la Política Agraria Común (PAC), la red transeuropea de transporte y la lucha contra la corrupción serán debatidos por comisarios europeos, ministros españoles y eurodiputados del Partido Popular. Además, tendremos la suerte de contar con la presencia del presidente del Gobierno de España y presidente del PP, Mariano Rajoy, la única persona capaz de dirigir a un equipo de profesionales preparados, con ganas e ilusión, que sacará a nuestro país de la crisis.
Precisamente, la situación actual de crisis económica, y de valores, unida a los numerosos casos de corrupción política que han asolado nuestro país, han motivado, con razón, un clima de desconfianza y rechazo generalizado de los ciudadanos hacia la clase política. De hecho, el último barómetro del CIS situaba a la clase política española como la tercera preocupación de los ciudadanos, con un 23,3 por ciento (después del paro y la economía). Esto, a la clase política, debe hacernos reflexionar.
La mejora del diálogo y la recuperación de la confianza de los ciudadanos debe ser uno de los ejes principales que deben marcar la acción de cualquier partido, más aún si se está al frente de la acción de gobierno. La transparencia, la responsabilidad, la honestidad y la austeridad deben ser los principios que marquen dicha acción, para poder recuperar la credibilidad.
Esta idea la tuvimos clara en el Partido Popular de las Illes Balears desde que inició su nueva andadura, con una nueva dirección, en mayo de 2010. Era necesario cambiar la forma de hacer política, regenerarla, y ser capaces de transmitir a los ciudadanos la idea de que podían confiar en nosotros. Para ello adopté, como presidente regional, una serie de medidas que quizá fueron duras, pero que me consta fueron ampliamente aceptadas por los ciudadanos. Así, de cara a los comicios que se celebraban en mayo de 2011, ningún miembro del PP que estuviese imputado, sea cual fuera la causa, podía ocupar un puesto en una lista electoral. Una medida que, no obstante, no adoptaron los que se manifiestan, sólo de palabra, como los adalides de la transparencia y la honradez.
Además, también elaboramos un documento de compromiso con la transparencia que han firmado todos los cargos del PP en el Gobierno balear y en el que se comprometen a, entre otras cosas, no aceptar regalos, no ostentar cargos de administrador en ninguna sociedad mercantil, utilizar el coche oficial sólo para actos derivados de la función que se ejerce, no disponer de tarjetas de crédito oficiales, volar siempre que sea posible en clase turista, alojarse en hoteles con un máximo de cuatro estrellas y poner el cargo a disposición del partido de manera inmediata en caso de resultar imputado judicialmente.
La corrupción es una lacra contra la que debemos luchar todos y poner todo nuestro empeño en erradicar, recordando también que no es exclusiva de ningún partido. Sobre este teme versará mi intervención en la reunión del Bureu que tiene lugar estos días. Mañana viernes inauguraremos la jornada con la lucha contra la corrupción como tema.
Llevar a cabo esa regeneración política, alejada de cualquier atisbo de corrupción, además, no debe basarse sólo en una cuestión de imagen. Algunos lo han entendido así y el mensaje de la sociedad ha sido de rotundo rechazo. Se trata de regenerar la forma de hacer política, de cambiarla. Que lo que se presupone de un personaje público sea una realidad más que nunca: a la capacidad, la formación y la responsabilidad deben sumarse la ilusión, la dedicación, el compromiso y la honradez como valores inherentes a cualquier político. Y que estos sean los principios y valores que presidan el ejercicio de la actividad política, un ejercicio digno que tiene que volver a ser percibido como tal.
nuestro país como la labor de las pymes como motores de crecimiento económico, la reforma de la Política Agraria Común (PAC), la red transeuropea de transporte y la lucha contra la corrupción serán debatidos por comisarios europeos, ministros españoles y eurodiputados del Partido Popular. Además, tendremos la suerte de contar con la presencia del presidente del Gobierno de España y presidente del PP, Mariano Rajoy, la única persona capaz de dirigir a un equipo de profesionales preparados, con ganas e ilusión, que sacará a nuestro país de la crisis.
Precisamente, la situación actual de crisis económica, y de valores, unida a los numerosos casos de corrupción política que han asolado nuestro país, han motivado, con razón, un clima de desconfianza y rechazo generalizado de los ciudadanos hacia la clase política. De hecho, el último barómetro del CIS situaba a la clase política española como la tercera preocupación de los ciudadanos, con un 23,3 por ciento (después del paro y la economía). Esto, a la clase política, debe hacernos reflexionar.
La mejora del diálogo y la recuperación de la confianza de los ciudadanos debe ser uno de los ejes principales que deben marcar la acción de cualquier partido, más aún si se está al frente de la acción de gobierno. La transparencia, la responsabilidad, la honestidad y la austeridad deben ser los principios que marquen dicha acción, para poder recuperar la credibilidad.
Esta idea la tuvimos clara en el Partido Popular de las Illes Balears desde que inició su nueva andadura, con una nueva dirección, en mayo de 2010. Era necesario cambiar la forma de hacer política, regenerarla, y ser capaces de transmitir a los ciudadanos la idea de que podían confiar en nosotros. Para ello adopté, como presidente regional, una serie de medidas que quizá fueron duras, pero que me consta fueron ampliamente aceptadas por los ciudadanos. Así, de cara a los comicios que se celebraban en mayo de 2011, ningún miembro del PP que estuviese imputado, sea cual fuera la causa, podía ocupar un puesto en una lista electoral. Una medida que, no obstante, no adoptaron los que se manifiestan, sólo de palabra, como los adalides de la transparencia y la honradez.
Además, también elaboramos un documento de compromiso con la transparencia que han firmado todos los cargos del PP en el Gobierno balear y en el que se comprometen a, entre otras cosas, no aceptar regalos, no ostentar cargos de administrador en ninguna sociedad mercantil, utilizar el coche oficial sólo para actos derivados de la función que se ejerce, no disponer de tarjetas de crédito oficiales, volar siempre que sea posible en clase turista, alojarse en hoteles con un máximo de cuatro estrellas y poner el cargo a disposición del partido de manera inmediata en caso de resultar imputado judicialmente.
La corrupción es una lacra contra la que debemos luchar todos y poner todo nuestro empeño en erradicar, recordando también que no es exclusiva de ningún partido. Sobre este teme versará mi intervención en la reunión del Bureu que tiene lugar estos días. Mañana viernes inauguraremos la jornada con la lucha contra la corrupción como tema.
Llevar a cabo esa regeneración política, alejada de cualquier atisbo de corrupción, además, no debe basarse sólo en una cuestión de imagen. Algunos lo han entendido así y el mensaje de la sociedad ha sido de rotundo rechazo. Se trata de regenerar la forma de hacer política, de cambiarla. Que lo que se presupone de un personaje público sea una realidad más que nunca: a la capacidad, la formación y la responsabilidad deben sumarse la ilusión, la dedicación, el compromiso y la honradez como valores inherentes a cualquier político. Y que estos sean los principios y valores que presidan el ejercicio de la actividad política, un ejercicio digno que tiene que volver a ser percibido como tal.
El Sr. Bauzá Díaz es presidente de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares. Sígalo en Twitter:@jrbauza
Libertad Digital