UPyD lamenta que la respuesta del PSIB sea tirarse al monte - Los jueces del alto tribunal han terminado dando la razón a UPyD - Quienes siempre se habían dedicado a expedir certificados de “radicalismo” a los demás se sitúan ahora fuera del Estado de Derecho
La sentencia del Tribunal Supremo que exige la recuperación del carácter de lengua vehicular en la enseñanza para el castellano, lengua común de todos los españoles, da la razón a todos y cada uno de los presupuestos ideológicos que ha venido defendiendo en solitario UPyD. Curiosamente quienes nos han tachado de “radicales”, nacionalistas y socialistas, se están situando fuera del Estado de Derecho al no aceptar una sentencia judicial que, miren por donde lo miren, afecta el modelo lingüístico de las Islas Baleares. UPyD lamenta que el PSIB no sólo no haga propósito de enmienda sino que haya decidido tirarse al monte, como certifican las palabras del conseller Llinàs que dice ahora que la sentencia “no es vinculante” para Baleares ya que la situación es distinta de la de Cataluña, la misma interpretación, curiosamente, que hacen nuestros "catalanes de Mallorca" (OCB, ERC, PSM) que nunca han tenido otra obsesión que emular a sus compatriotas catalanes en todos los aspectos y no digamos en cuestiones lingüísticas.
UPyD advierte que el PSIB se sitúa fuera del Estado de Derecho si no acepta la sentencia del Tribunal Supremo, lo que pone de manifiesto su escasa raigambre democrática ya que en un Estado Derecho las sentencias judiciales cuando menos se acatan. Sin embargo, los máximos responsables de la inmersión lingüística en las Islas, socialistas y nacionalistas, prefieren ofrecernos una lección de escapismo al disfrazarse de defensores del bilingüismo y del decreto de mínimos cuando en realidad nunca han tenido otra idea que superarlos y convertir de facto nuestro modelo lingüístico en un sistema de inmersión lingüística equivalente al existente en Cataluña. UPyD también quiere hacer notar el silencio del PP de José Ramón Bauzà en una cuestión muy importante para buena parte de sus afiliados y votantes, un silencio atronador que nos hace temer lo peor y que tiene todos los visos de una repetición de la jugada traicionera de Núñez Feijóo en Galicia.
UPyD exige al Govern y al consejero de educación Llinàs que tome nota de lo ocurrido y actúe en consecuencia, revisando cuanto antes un modelo lingüístico al servicio de la causa nacionalista que ha estado cercenando los derechos individuales de aquellos alumnos y padres que hubieran deseado aprender en castellano y que los viejos partidos, unos por convicción, otros por interés electoral y otros por sus seculares complejos, han impedido.
