Una inspectora de consumo del Gobierno balear ha impuesto una sanción de 100 euros al dueño de un restaurante de Palma por no tener los carteles de la zona de fumadores en los dos idiomas oficiales insulares, castellano y catalán. Ante esta primera sanción, Círculo Balear anuncia que no tolerará estas injerencias totalitarias en la vida privada y exige al PP que abandone su postura ambigua en relación con este asunto.
Exige al PP que abandonen la actual ambigüedad
Ante la primera sanción producida en Palma a un restaurante por rotular en español, lengua oficial del Estado y cooficial en Baleares, Círculo Balear comunica que no tolerará estas injerencias totalitarias en la vida privada por afectar a los derechos individuales y laborables de los ciudadanos, a la libertad, en definitiva.
Es especialmente grave que se confirmen estas sanciones cuando el Gobierno balear también está vinculado por la interpretación del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña que establece que no puede haber obligación en rotular en catalán.
Así, el Tribunal Constitucional ha admitido a trámite los recursos de inconstitucionalidad contra el Código de Consumo de Cataluña que demuestra, al menos, las razonables dudas que existen sobre el modelo sancionador catalán, que es imitado por el Gobierno Balear en una muestra más de sumisión a los postulados catalanistas, muy minoritarios en Baleares.
El tema de las multas lingüísticas contradice todos los postulados relacionados con la libertad de expresión y con el principio de igualdad de trato a los consumidores baleares. Es evidente que no se sanciona si rotulas sólo en catalán y se sanciona si lo haces en castellano.
Desde Círculo Balear estamos a favor de la libertad, también en lo que se refiere a la manera en que se ha de comunicar o dirigirse la empresa, los comercios, a los ciudadanos, clientes y usuarios.
Por ello, la Fundación Círculo Balear hace un llamamiento a los empresarios a que no abonen las sanciones, sin previamente asesorarse sobre como recurrir las multas. Círculo Balear pone a disposición de los afectados sus servicios jurídicos para asesorarles, y ya se ha puesto en contacto con el propietario del restaurante palmesano sancionado.
Si las instituciones de gobierno de Baleares no rectifican su política lingüística sancionadora, Círculo Balear no dudará en organizar concentraciones de protesta ante unas acciones que además perjudican a los empresarios en una época de profunda crisis económica.
La Fundación Círculo Balear también solicita al partido con mayor representación parlamentaria, el Partido Popular, que abandone su ambigüedad en torno a la política lingüística, y presente en el Parlamento balear una propuesta de modificación de la Ley de Comercio de 2001 que permite la posibilidad de multar a los comercios que no rotulen en catalán. Así como su firme compromiso a modificar y derogar la normativa lingüística que, de forma ya delirante, vulnera las libertades ciudadanas con la imposición del catalán en todos los ámbitos. Ahora, ya, bajo sanción.
