- La Sindicatura de Cuentas será una de las pruebas elocuentes que nos advertirán sobre el real posicionamiento de los diferentes partidos políticos frente a la corrupción. En estos momentos, la Sindicatura es una institución que está cumpliendo muy dignamente una función supervisora que, sin embargo, no sirve para nada, es decir, no sirve ni para corregir las malas prácticas de la Administración ni para que las fiscalías varias investiguen los indicios de criminalidad de no pocas de las cuestiones denunciadas por la Sindicatura. Resulta sorprendente- y, yo diría, escandaloso- que la Fiscalía no haya investigado nunca las conclusiones que se contienen en los informes periódicos de la Sindicatura de Cuentas. Los últimos informes de los síndicos referidos ya a años de UM, PSOE y turbamulta catalanista en el poder, eran un ocasión de oro para demostrar la independencia real y no el sectarismo políticamente selectivo, de las Fiscalías Anticorrupción. Su silencio y su inactividad son elocuentes.
- El PSOE, UM y demás podrían haber instado la reforma en profundidad de la Sindicatura de Cuentas, dotándola de medios, instaurando la obligatoriedad de las auditorías anuales, garantizando su independencia y estableciendo facultades sancionadoras y, desde luego, denunciadoras ante los tribunales. No han abordado esta reforma legal- que, probablemente, hubiera aprobado el PP- porque no les interesa y a la vista están las corruptelas y corrupciones que ha detectado la Sindicatura de Cuentas en los años 2007 y 2008, ya de gobierno de izquierdas. Tienen razón los de UP y D cuando exigen a Armengol su dimisión por una omisión que tiene toda la pinta de ser culposa y habría que ver si dolosa.
- De ahí, que el posicionamiento de los partidos ante la Sindicatura de Cuentas constituirá una piedra de toque para evaluar la entidad de los programas electorales ante el fenómeno de la corrupción. Ya sabemos que el PSOE, UM, el PSM y los ecolo-comunistas no están por la labor. Pero sí deberían estarlo los de UP y DD y los del PP renovado y depurado. Cuanto antes se pongan manos a la obra, mejor.