Xicu Tarrés, ex alcalde de Ibiza, hoy presidente del Consell e imputado por corrupción en el caso Vila Center, en el centro la alcaldesa viajera y manirrota Lurdes Costa; a la derecha la concejala de cultura Sandra Mayans. Los tres son del PSOE.
El gobierno socialista dice ahora que no tiene dinero y que es obligación de todos nosotros apretarnos el cinturón. Sus correligionarios de Vila aseguran que no han aumentado el gasto de personal y que han reducido «bastante» el gasto público. Son las nuevas matemáticas socialistas, donde 2 más 2 ya no son cuatro, sino un «poquito», un «muchito» o «bastante».
No hay dinero, es un hecho; pero habrá que explicar a los ciudadanos dónde han ido a parar los impuestos que año tras año deben abonar al Estado, a la Comunidad y a su Ayuntamiento.
El Gobierno de Madrid no tiene dinero, pero sí lo tenía para prestar a Grecia 10.000 millones, para suprimir la publicidad y privatizar la programación en TVE (más de 3.000 millones en esta legislatura) y para pagar traducciones en el senado, ´paniaguar´ a un 24% más de altos cargos, mantener vicepresidencias y ministerios inútiles…
El Ayuntamiento de Eivissa no tiene dinero, pero sí lo tenía para pagar 28.000 euros durante dos años por un local sin ninguna actividad, para abonar 7.000 euros en horas extras a dos jardineros municipales vinculados al Partido Socialista o para sufragar los sueldos de los doce concejales de PSOE-ExC, que representan un gasto anual de 577.348,26 euros (más de 96 millones de pesetas), el equivalente al salario de ocho ministros del Gobierno de España. Además, PSOE-ExC se niega a recuperar para el municipio los 412.000 euros que alguien (todavía no sabemos quién) ´condonó´ a la empresa de la ´zona azul´ para que hiciera frente al pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
Cuando ya era evidente la gravedad de la actual crisis, la alcaldesa incrementó la plantilla del Consistorio un 5 por ciento, con la contratación de tres letrados y un arquitecto, lo que supone al municipio un sobreesfuerzo de 400.000 euros en personal (casi 67 millones de pesetas). Y eso que el Ayuntamiento ya contaba en su plantilla con 5 abogados, 5 delineantes, 7 arquitectos técnicos y aparejadores, y 5 arquitectos superiores. Y suma y sigue.
PSOE-ExC aprobó un gasto de 787.772,97 euros (más de 131 millones de pesetas) en acabados de obra de primera calidad para la ´Torre 2´ del edificio de la Estación de Autobuses, que se destinará exclusivamente a oficinas para el personal funcionario. Estos ´acabados de lujo´ incluían un solado de gres porcelánico pulido de arena de río, a 78,49 euros el metro cuadrado, inodoros al precio unitario de 411 euros o secadores de mano a 337 euros por unidad. Por si fuera poco, ahora toca amueblar. El arrendamiento financiero o contrato de leasing (alquiler con derecho de compra) por el que ha optado el actual equipo de Gobierno de Eivissa para amueblar estas mismas oficinas municipales del Centro de Transferencia Intermodal (Cetis) supondrá un coste total para el municipio cercano a los dos millones de euros (unos 330 millones de pesetas), sin incluir los equipos informáticos que serán objeto de otro pliego de contratación diferente. Las condiciones del pliego de contratación establecen que el Ayuntamiento pagará durante los próximos cuatro años 305.212,70 euros anuales por este contrato, a lo que hay que sumar los intereses (un 5,5 por ciento anual) y que ascenderían a más de 73.000 euros anuales. ¿«Bastante»? Yo diría que sí. Con la compra de este edificio (6,2 millones), el Ayuntamiento se ha embarcado en el mayor endeudamiento de su historia, vulnerando el principio de estabilidad presupuestaria.
De este modo, si sumamos todos los conceptos, el precio de las nuevas oficinas municipales asciende hasta la fecha a más de 8,8 millones de euros (casi 1.500 millones de pesetas), incluidos el crédito a 30 años solicitado para la adquisición del inmueble, los ´acabados de lujo´ encargados por la alcaldesa y el alquiler del mobiliario por los próximos cuatro años. Así, el metro cuadrado de oficina del Cetis ha alcanzado hasta el momento un precio superior a los 3.035 euros (más de medio millón de pesetas), cuando las referencias del mercado inmobiliario ibicenco fijan el precio medio del metro cuadrado de oficina en 1.081 euros. Es evidente que el Partido Socialista perdió el norte hace tiempo y ha venido equivocando las prioridades desde hace años, lo que nos han llevado a la actual situación con cuatro millones de parados y un desmesurado déficit público. En lugar de fomentar el empleo o mejorar los servicios sociales, se han dedicado a comprar muebles de lujo para sus oficinas de lujo. Ellos rompen la vajilla y ahora nos piden a todos que paguemos los platos rotos. Y eso, señores, sí que es «bastante» injusto.
Virtudes Marí Ferrer, portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Ibiza