Grupo Mariano Digital
miércoles, 6 de mayo de 2009
Viviendo del pasado, en DI
Hoy ya nadie duda de que Ibiza ha dejado de ser aquel recinto magnético que atraía pintores y a escritores del más diverso pelaje.
Hemos pasado de aquella fecunda década 1959-1969 a una especie de plató de televisiones basura donde se exhiben las artistas de medio pelo que fingen huir de los fotógrafos y de los paparazzi.
Mallorca pasó de un Robert Graves a Michael Douglas. Ibiza ya muestra y demuestra su poder de convocatoria cuando se presenta en las ferias turísticas. Fíjense bien en los nombres.
Lo excitante es que de aquella década todavía se saca material. Ibiza apenas lo ha sabido explotar, pero algunos editoriales de prestigio prestan una periódica atención a Cormac McCarthy, Janet Frame, Roman Polanski (es posterior, pero con gran capacidad creadora), Clifford Irving o a Elmyr.
Estamos en días de movida en la biblioteca. Me llegan algunos paquetes de libros. Da pereza hasta abrirlos, pero de vez en cuando uno queda asombrado por alguna joya. No es este el caso hogaño a excepción de Janet Frame: ‘Hacia otro verano’. Y la reedición de ‘Un ángel en mi mesa’, un libro de memorias casi noveladas que alcanzó un gran éxito gracias a la repercusión de la película de Jane Campion. Cuando se rodó, Australia o Nueva Zelanda no estaban tan de moda como hoy.
Hace al menos quince años que descubrí a Janet Frame y quedé maravillado por su historia. Una historia tortuosa, llena de desgracias, que va tejiendo sus hijos sútilmente para encaminarla hacia el Mediterráneo, hacia Ibiza, y después hacia las casi inaccesibles montañas de Andorra (hablamos de antes de 1960). En Ibiza descubrió un nuevo mundo y una nueva vida, pero no caben más ilusiones: aquella Ibiza es historia. No queda nada. En parte lo conté en ‘El nacimiento de Babel’.
Dos años después llegó Elmyr a Ibiza, ignoro bajo que nombre. Con los libros de Elementer Hoffmann me pasó lo mismo que con Janet: me fascinó su vida azarosa, llena de trampas y de recursos, pero el libro que escribió Clifford Irving era simplemente correcto, por no decir mediocre.
No sé lo que podría hacer un escritor de talento narrativo sobre la vida de Elmyr de Hory, pero dese luego no lo ha hecho Irving. Ahora se reedita ‘Fake!’ traducido al español con un capítulo añadido del propio Clifford. No se trata más que de una bobada, una puerilidad sin sentido que necesita de la complicidad del público. Pero todos hemos cambiado y Elmyr ya es polvo. Las bromas de Clifford no tienen ninguna gracia, en Ibiza nadie entiende nada porque ha cambiado el tipo de gente y del pasado sólo se explican episodios cuando hay posibilidad de exprimirlos.
Personalmente, me voy dedicando al nada inocente arte de releer cosas apiladas. Es una forma de explicarse a uno mismo, sin entender a menudo por qué me gustó tal obra o tal autor. ¿El pasado nos hace trampas?
Diario de Ibiza