viernes, 1 de mayo de 2009

La 'doctrina Josep Costa' , por José Manuel Soria


Aunque sea por alusiones, me gustaría comentar el artículo de opinión que publicaba el pasado domingo el «advocat i membre d’ExC» señor Josep Costa.
El asunto trata de la lengua y de la estrategia cambiante que practica el PP. Tiene razón el señor Costa cuando escribe que fue el PP el que desde el Gobierno balear aprobó la Ley de Normalización Lingüística y el Decreto de Mínimos que han dado lugar a que en las escuelas públicas de Baleares, en todos los órganos autonómicos, en prácticamente toda la Administración local, en los topónimos, en la sanidad, etc., la lengua común de todos los españoles sea una lengua proscrita. Lógicamente, el PSIB-PSOE, junto con el resto de partiditos nacionalistas e independentistas catalanes, apoyó con entusiasmo estas medidas discriminatorias, y las dos veces que en variopintas condiciones han logrado gobernar les ha faltado tiempo para ponerlas en práctica al máximo y profundizar en este desatino.
Pero, volviendo al escrito, recuerda bien el señor Costa cómo en 2003 el PP de Ibiza consiguió, liderado por el señor Matutes, un histórico triunfo prometiendo el bilingüismo administrativo y la libre elección de lengua en las escuelas por los padres o tutores autorizados. Al día siguiente de entronizado, el señor Matas se olvidó de lo prometido y a lo más que llegó fue a aprobar el Decreto de Trilingüismo, que no derogaba el de Mínimos y se convertía en lo que llamaron ‘experiencia piloto’ en 21 colegios de Baleares, la mayoría privados concertados. Ellos eran el futuro; no contentos con el fracaso escolar que la inmersión lingüística en catalán estaba produciendo, pretendían ampliarlo con la imposición como vehicular de una lengua extranjera, por tanto ni siquiera oficial en nuestro país. En definitiva, durante sus cuatro años al frente del Gobierno Balear, la imposición del catalán como única lengua vehicular en las escuelas públicas llegó prácticamente al límite máximo actual. Engañaron a todo el mundo y en las elecciones de 2007 no pudieron ya repetir la jugada, y menos con la incorporación a las listas de una conocida escritora próxima a CiU y la introducción del ‘.cat’ en la web del Parlamento y en el Ayuntamiento de Inca, controlados ambos por el PP.
Que el PP es un partido acostumbrado al engaño y al disimulo es cosa aceptada, como que el PSOE es capaz de aliarse y negociar con quien sea por mantenerse en el poder. Un partido político, el PSOE, que, mientras se autoproclama progresista y de izquierdas, se dedica a promocionar taifas asimétricas, proyectos identitarios secesionistas, políticas lingüísticas discriminatorias y profundamente reaccionarias y pacta y gobierna con partidos que no se sienten españoles y que proclaman abiertamente su voluntad de trocear el país. ¡Todo un poema!
Y dice el señor Costa que le preocupa que el PP vuelva a las andadas con el tema de la lengua. Puede que esta vez sí deba preocuparse porque Unión Progreso y Democracia (UPyD) no es ningún grupúsculo minoritario ni somos amigos de chalaneos. Puede que si nosotros conseguimos el apoyo de un número importante de ciudadanos y entramos en las instituciones, el PP vuelva a la senda de la cordura y, atención, señor Costa, podría ser que incluso el PSOE cambiara de discurso y volviera a hablar de bilingüismo como en el País Vasco. ¿Le suenan Patxi López (PSOE) y Antonio Basagoiti (PP) predicando la libre elección de lengua en las escuelas y en la Administración autonómica y local?
¡Ah!, me olvidaba, la ‘doctrina Josep Costa’, traducida a la lengua no propia o impropia según los normalizadores, viene definida en las cuatro últimas líneas de su artículo, cuando escribe sobre el actual debate lingüístico: «Requiere sobre todo no ponerse nerviosos, ni alimentar el debate innecesariamente, pues imprudente sería negar que es un tema sensible y complicado de ganar. En definitiva, no caer en la trampa».

Coordinador de UPyD