martes, 10 de diciembre de 2013

El fracaso de la economía progresista, por Antoni Camps Casasnovas

Los vicarios del imperialismo pancatalanista: Armengol, Antich, Calvo, un trío para la ruina, el paro y la deuda. Y todavía siguen dando lecciones

NOTA DE IBIZA DIGITAL
El Pacte de Progrés, conglomerado ecolo-nacional-socialista ha arruinado Baleares cada vez que ha gobernado. Ha dejado un reguero de paro y cierres de empresas descomunal. Y muchas facturas escondidas en la caja pendientes de pago.
Y encima vienen dando lecciones.
Ibiza Digital recomienda la lectura de este equilibrado artículo. Si no le gustanlas opinones, al menos fíjese en los datos 

13 Gener, 2013 10:28

Hace unos días, el que fuera conseller de Economía y Hacienda del Govern balear en el segundo Pacte de Progrés, Carles Manera, nos ilustraba en el Diario Mallorca sobre lo que, a su parecer, era el fracaso de las políticas económicas impulsadas en España y Baleares por el Partido Popular. Nos hablaba del fracaso de las políticas de recorte y austeridad, de la reducción del déficit y del adelgazamiento de la administración. Y nos hablaba de que el 2013 y 2014 serían muy duros.
Desde mi punto de vista, el profesor Manera, demostrando un enfermizo egocentrismo, parece no poder asimilar que su paso por el Govern anterior fue catastrófico y que su política económica fue letal para nuestra comunidad autónoma. De hecho, diríase que su único consuelo sería ver como el PP tropieza en su intento por levantar a Baleares de la quiebra a la que él nos precipitó. Y de aquí sus artículos de opinión, basados más
en su deseo de que Baleares vaya mal, que en la tozuda realidad, en la que ya se ven signos de moderado optimismo.
El profesor Manera, que ahora tanta preocupación tiene por las cifras de paro, cogió a Baleares con 28.472 personas desempleadas (junio de 2007) y la dejó con 73.678 en junio de 2011. Casi triplicó las cifras del paro en nuestra comunidad en una legislatura. Por otra parte, también es curiosa su sobrevenida preocupación por la reactivación económica cuando, durante su mandato, se cerraron 5.874 empresas y en sus dos últimos años de gobierno, se acumularon impagos a proveedores (autónomos y pequeñas empresas) por valor de 1.400 millones de euros. En fin, si esta es la reactivación económica que propugna, mejor nos quedamos como estamos.Y como la memoria es flaca, cabría recordarle a Carles Manera, apóstol ahora de las políticas contrarias a la austeridad, a los recortes y a la reducción de la administración, sus declaraciones de mayo de 2011 en las que decía que la comunidad autónoma para ser viable debía reducir 700 empleos públicos anuales. Unas declaraciones que contrastaban con la contratación a mansalva de nuevo personal: sólo en cuatro años el Govern balear incrementó su nómina de empleos públicos en 6.000 personas.
Es más que evidente, por tanto, que la gestión de Carles Manera al frente de la hacienda balear fue un caos absoluto. Una gestión esperpéntica que debería recordarse en los manuales de economía, precisamente, como aquello que un gobernante no tiene que hacer jamás. De hecho, una persona con un mínimo sentido del ridículo y del sentido común, no sólo debería haberse apartado de la política, sino también de su cátedra de la Universidad. ¿Qué podrá enseñar de economía a sus alumnos quien arruinó una comunidad autónoma?Afortunadamente, ahora hay un gobierno con criterio, que está enderezando una nave que iba a la deriva. Un gobierno valiente que está acometiendo una auténtica reforma de la administración para que ésta sea viable y sostenible económicamente. Y está creando la atmósfera para un proceso de recuperación económica a la que ya se están viendo unos, aunque tímidos, sólidos resultados.
Así, algunos datos que invitan al optimismo son, por ejemplo, el hecho que Baleares sea la única comunidad autónoma que haya reducido el paro con respecto al año anterior. También es la única comunidad autónoma donde desciende el número de concursos de acreedores. Otro dato importante, la Ley General Turística ha propiciado que este invierno se esté invirtiendo en reformas hoteleras el doble que el año pasado. Son datos positivos, hay muchos más, que van emergiendo dentro de un entorno difícil y complejo.Sin duda, la situación sigue siendo muy complicada y lo es a consecuencia, básicamente, del excesivo endeudamiento de la anterior legislatura que obliga al Govern a tener que devolver a los bancos más de 90.000 euros cada hora. Un auténtico lastre pesadísimo que está condicionando toda la gestión económica. A pesar de esto, en Baleares hay signos más que evidentes, aunque esto choque con los malos augurios del profesor Manera, de que algo positivo se está moviendo en las islas. Aunque es aventurado hacer todavía predicciones, todo parece indicar que ya estamos encarando la recta final de la crisis.

El Progrés de Menorca