Cataluña ha perdido un 34,9% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) manufactureras y un 27,1% de las grandes empresas manufactureras entre 1999 y 2011.
Este proceso de desindustrialización, que ha sido generalizado en todos los países de occidente a partir de los años 70, ha sido más intenso en Cataluña que en la mayoría de las CCAA, según alerta la patronal catalana Pimec en un informe hecho público este miércoles, que lleva por título ¿De la desindustrialización a la reindustrialización?
El estudio subraya que, entre 1988 y 2010, el sector industrial en Cataluña ha pasado de representar el 33% del valor añadido bruto (VAB) al 17%, y que los subsectores más afectados han sido los del textil, el cuero, el calzado y la confección.
Los efectos sobre el empleo han sido muy dañinos: en 1999 había 383.552 asalariados en pymes manufactureras catalanas, mientras que en 2011 esta cifra se había reducido hasta los 255.467
empleados, esto es, un 33,4% menos.
Ventajas e inconvenientes
El informe apunta como principal causa de esta desindustrialización a la deslocalización de la producción a terceros países menos desarrollados, a su vez, debido a que estos países tienen salarios más bajos; las tecnologías de producción son las mismas que en occidente; se ha reducido las barreras administrativas al comercio; los costes de transporte han caído; se ha incrementado la subcontratación de los procesos productivos, y se ha aumentado la especialización productiva.
Sin embargo, desde Pimec también señalan que, según algunos analistas, se podría estar produciendo un proceso de reindustrialización de las economías más avanzadas, en parte, porque la caída de los salarios está aumentando la competitividad de sus empresas frente a las de los países no desarrollados y por el repunte del precio del petróleo en los últimos años (que presiona al alza el coste de transporte).
También destaca que hay una tendencia a que las industrias sean cada vez menos intensivas en mano de obra, y más en inversiones de capital y en conocimiento. Además, la calidad y el servicio son factores cada vez más importantes en el mercado, lo que es más difícil de garantizar en las producciones que se realizan en los países menos desarrollados.
"No hay factores" que indiquen que haya una "reindustrialización"
A pesar de todos estos factores, Pimec considera que "no hay indicadores que permitan entrever que se está produciendo una reindustrialización" en Cataluña, más allá de algunos ejemplos puntuales.
Para conseguir que esa reindustrialización se produzca, Pimec recomienda a las empresas que apuesten por la proximidad al cliente; por adaptar su producción a la demanda; y por centrarse en sistemas de producción intensivos en capital y en productos innovadores y de alto contenido tecnológico.
Por último, la patronal insta a las administraciones a "facilitar la necesaria regeneración del tejido industrial", lo que se traduciría en reducir los costes de energía; evitar la inseguridad jurídica; facilitar el crédito a las empresas; reducir los costes de Seguridad Social; aumentar los presupuestos para I+D+i; y concretar los planes industriales, incluyendo "objetivos tangibles" y no únicamente "buenas intenciones".