jueves, 3 de enero de 2013

Contra las maldades de la inmersión lingüística


CATALUÑA

“¿Por qué no se deja que sean los padres los que decidan en qué idioma se va a enseñar a sus hijos? Con perdón de la palabra, ¿quién coño es un presidente de la Generalidad para decidir en qué se va a instruir a mi hijo? ¿Por qué tiene más poder él que los padres?”


Javier Cárdenas, periodista, este viernes en el programa radiofónico que dirige y presenta en EuropaFM, Levántate y Cárdenas, en relación a la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán:
“Permitidme que sea muy breve en un tema que ya comienza a cansarme de una forma soberana. Una vez más, estamos ante un mutis por el foro de casi el 100% de la prensa en España. Es indignante que haya tanta cobardía, tanta estupidez y tanta ilógica en el tema de la enseñanza en catalán. Quiero decir: ¿por qué no se deja que sean los padres los que decidan en qué idioma se va a instruir, se va a enseñar, a sus hijos? Porque deben ser los padres, en el fondo, los que decidan sobre sus hijos. Con perdón de la palabra, ¿quién coño es un
presidente de la Generalidad para decidir en qué se va a instruir a mi hijo? ¿Por qué tiene más poder él que el propio padre o la madre? ¿Por qué? No sería más fácil, como pasaba hace muchos años, que sean los padres los que decidan. En esta escuela se enseña en catalán y en castellano, como me pasó a mí… aquí voy. En esta escuela se enseña solo en catalán… aquí lo llevas. En esta escuela se enseña casi todo en castellano y algunas asignaturas en catalán; en esta, al revés. Sería lo lógico, ¿no? Habría una pluralidad. Pero que a mí me tengan que imponer, porque al politicucho de turno quiere decidir en lo que ha de estudiar mi hijo o mi hija, me indigna, me ofende profundamente. ¿Por qué tiene que ser él el que decida? ¿Por qué están luchando para hacer un referendo para que toda la gente salga a la calle y decidir si independencia, o no, y en cambio se acojonan con este tema? Pues lo voy a decir yo. Porque al igual que ni el Tato va a ver películas al cine en catalán en Cataluña -algo que me hace mucha gracia pues los periódicos catalanes no dicen nada sobre esto-, y lo dice un catalán, pero sabéis que existen unas ayudas descomunales para las películas en catalán, porque no va nadie. Qué curioso que se quiera la independencia para Cataluña cuando los catalanes no van al cine en catalán. Esto es muy curioso. Es digno de estudio, pero no veo ni a El Periódico, ni a La Vanguardia, ni a El Punt Avui… decir nada al respecto. Se callan. Dicen lo que les interesa. Yo he sido enseñado en catalán y en castellano, y como yo una generación: Sergi Mas, íbamos al mismo colegio, David Barrufet, compañero mío de pupitre, y tantos otros… ¿Por qué no puede seguir siendo igual, que los padres tengan la potestad de decidir en qué se enseña a sus hijos? ¿Es tan complicado? El problema es que tenemos a un torpe como Wert, que lo hace muy mal y parece que sea el caballo de Atila, y en lugar de explicar esto y decir algo así, para que todo el mundo diga que es verdad, también se diría así desde Cataluña, no los medios de comunicación, que con tanta subvención evidentemente dirán lo que diga el presidente de la Generalidad, pero sí la gente de la calle. Dirían, pues es verdad, yo quiero decidirlo. Y el que quiera que a su hijo solo se le enseñe en catalán, se le respeta. Se le respeta, solo faltaría. Por mis convicciones quiero que a mi hijo solo se le enseñe en catalán. Nada que decir. Pero también se ha de respetar el que quiera que a su hijo se le enseñe en castellano, y como mínimo unas asignaturas en catalán. El niño también tiene que aprender catalán. Porque, en el fondo, la lengua es cultura, sea catalán, sea inglés, sea francés, sea castellano… cuantas más, mejor. Pero cuando te lo tomas que te lo están imponiendo, hombre, acabas un poquito harto. Y yo ya estoy harto de esta sensación. De que aparezcan por ahí unos politicuchos y los lameculos de turno, estos tertulianos que van a los programas de radio a explicar en qué tienen que ser educados unos hijos que ellos no conocen. Por ejemplo, Pilar Rahola, que le encanta meterse en todos los charcos, en todos, y decidir… una persona que no le han votado ni las ratas cuando se ha dedicado a la política, querer decidir en qué idioma se tiene que impartir clase a unos niños que ella no conoce. Es así de sencillo, pero lo complican todo. Y nadie tiene las narices para decir algo tan sencillo: que sean los padres los que decidan. ¡Qué narices! ¿También en esto van a ser los políticos?”.
La Voz de Barcelona