- Hay que agradecer a los de UP y D esta rapidez a la hora de abordar cuestiones importantes de nuestra autonomía en unos términos de rigor y oportunidad que convierten a este joven partido en un ejemplo de cómo se debe actuar desde la oposición. Ignoro la suerte que correrá UP yD en los próximos comicios, pero nadie puede dudar que se merece estar presente en el Parlament a partir del 22 de mayo. Es una lástima que el desastre del PSOE en general y de Zapatero y Antich en particular incite, más que nunca, al “voto útil” para quitarse de encima a estos incompetentes que, literalmente, han destrozado España y Baleares. Pero está claro que, al margen de lo que nos deparen las próximas elecciones, UPy D de perfila como una sólida formación, con ideas bastante claras y merecedora que adquirir peso específico en el panorama político español.
- La crítica directa y sin complejos a los comportamientos de Magina Garcías es impecable y, lo que es importante, razonable y necesaria. Garcías es un lamentable ejemplo de sectarismo, en la forma y en el fondo, que, en lo que llevamos de autonomía, jamás se había mostrado con tanta virulencia. Pero el caso de Margina Garcías es algo más que sectarismo y falta de ecuanimidad: hay ahí algo que roza la contemplación penal de su conducta. Garcías no se ha limitado, en los casos de Bon Día y ABN que tan severo varapalo han merecido por parte del alto tribunal de Baleares, a ser sectaria: ha obligado a sus subordinadas a alterar las puntuaciones otorgadas, es decir, ha falseado una puntuación provocando que una misma funcionaria certifique una cosa y su contraria.
- Haríamos bien los afectados- El Mundo y ABN- en ponderar las responsabilidades penales de quien así se comporta y, concretamente, los ilícitos penales de prevaricación- resolución injusta a sabiendas que es injusta- y falsedad en documento oficial, en la doble faceta de la falsedad ideológica y de la falsedad a secas. Habida cuenta que las Fiscalía Anticorrupción jamás iniciará de oficio una perquisición que afecte al PSOE, pienso que deberíamos ser los perjudicdos y maltratados por la señora Garcías los que nos subrogáramos en el rol de “defensores de la legalidad” que es lo que, en teoría, deberían hacer y no hacen los fiscales condepumpidianos, es decir, los fiscales del PSOE.
Serio revés para Moragues, Antich, Garcías y otros