jueves, 3 de marzo de 2011

Lluís Llach reivindica la secesión de Cataluña y registra su fundación en Madrid para no pagar a la Generalidad



El cantautor dice que “siendo solidario catalán cuesta el doble que siendo solidario en Madrid”, pero ignora que las competencias en materia de fundaciones están transferidas a las CCAA, por lo que esto ocurre porque así quiere que sea la Generalidad.

El cinismo es la ‘desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables‘, según el diccionario de la RAE y, si hacemos caso a la relación de lo que se dice con lo que se hace, no hace falta decir mucho más para calificar a alguien que pide la independencia de Cataluña y registra su fundación en Madrid evitando así pagar a la Generalidad.
Lluís Llach ha presentado este jueves su fundación, que lleva su nombre, y tiene como objetivo ayudar a los más desfavorecidos del Senegalconstruyendo escuelas y ayudando a la comunidad rural. Una loable acción. Sin embargo, el cantautor catalán, que no duda en mostrar sus opciones políticas, ha confesado que ha registrado su fundación en Madrid.
En Madrid, más barato
En el programa de TV3 Els Matins, Llach ha asegurado estar “indignado” porque “siendo solidario catalán cuesta el doble que siendo solidario en Madrid”. La Generalidad, “tal y como lo tiene montado, bloquea diez millones [de pesetas] y en Madrid te pide [el Gobierno autonómico] cinco y solo te piden que pongas uno”. Es decir, registrar una fundación en la Comunidad de Madrid es más barato que en Cataluña.
Sin embargo, en lugar de criticar a la Administración autonómica, ya que las competencias en esa materia están transferidas y no dependen del Gobierno, Llach ha reivindicado la secesión de Cataluña -si bien ha mostrado cierto escepticismo- asegurando que con España “la soberanía no es posible”. Para Llach, “el camino español está definitivamente barrado” y se ha remontado a la II República para recriminar “a España” no haber hecho “un ejercicio de aprendizaje” con los nacionalistas cediendo en todas sus demandas.
Además, para Llach, que en sus inicios se definía como anarquista, ha criticado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y al ex ministro de Economía, Pedro Solbes, así como a Felipe González del que ha dicho que: “Ha sido uno de los peores políticos del mundo”, y les ha acusado de la actual crisis económica.