Con «malos modos» ordenaron a los establecimientos a enviar la factura al Govern
PALMA | MIQUEL ADROVER Los evaluadores de spas de la entidad creada por la esteticista de Maria Antònia Munar, Marisol Carrasco, se alojaban en los hoteles que examinaban y después, en varias ocasiones, se negaron a pagar la factura de los servicios que habían utilizado. En algunos casos se produjo un verdadero conflicto y trabajadores de establecimientos hoteleros consultados por este periódico apuntaron que los evaluadores les recordaban que eran del Govern y por ello no pagaban. También les invitaron a presentar la factura a la empresa pública de la conselleria de Turismo, Inestur.
Los establecimientos acogieron a los evaluadores del Institut Balear de Catalogació i Classificació de Spas (Ibccs) con ciertas reticencias y para evitar problemas decidieron no mandar el recibo al Govern. La factura en varios hoteles de Mallorca sigue sin pagarse y en contabilidad la han pasado como gastos de la casa a la espera de que el proyecto de promoción de los spas les recompense el gasto realizado.
En algunos casos la factura superó los 500 euros de un día de estancia y los servicios termales y de estética que se utilizaron en su evaluación por los enviados del Govern.
Concurso amañado
El Ibccs es la entidad creada por Marisol Carrasco y sus socios, Juan Carlos Pujol y Josep Lluís Campllonch, para conseguir la concesión de la evaluación de los balnearios para crear una red internacional de spas en los hoteles de Balears por parte de la conselleria de Turismo. Tal y como publicaron Diario de Ibiza y Diario de Mallorca, este contrato se consiguió por concurso amañado y gracias a la influencia de su clienta más importante, la entonces presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar.
Los evaluadores se presentaban en los hoteles de dos en dos, habitualmente era un hombre y una mujer, y se inscribían como clientes. Algunas inspecciones incluso se realizaron en fin de semana. Una vez allí pedían los servicios más caros: circuito de aguas termales, masajes, cosmetología y así hasta haber experimentado todo el catálogo del balneario de los hoteles.
En un hotel de Palma, uno de Cala Rajada y en otro de Calvià explicaron que después de la jornada de relajación remunerada de los evaluadores de la empresa creada por la esteticista de Munar, les presentaron la factura y los ´inspectores´ de balnearios les contestaron que ellos estaban allí por encargo del Govern para examinar los spas y no pensaban pagar los servicios utilizados.
Algunos trabajadores consultados aseguraron que incluso utilizaron «malos modos» cuando observaron el recibo de los gastos del hotel. Acto seguido les indicaron que ellos no pensaban pagar y que en caso de querer cobrarla enviaran la factura a la empresa pública del Govern Inestur, que concedió el contrato de100.000 euros a el Ibccs para poner en marcha su proyecto de realizar una red de spas en hoteles de Balears y promocionarla a nivel internacional en ferias y eventos turísticos.
En algunas evaluaciones la factura superó con creces los 500 euros, ya que cada circuito de aguas termales está entre los 120 y 130 euros.
Los servicios más caros
Los inspectores se presentaban en los hoteles en parejas e incluso en fin de semana y pedían los productos más caros.