EDITORIAL | El Mundo
Unos sinvergüenzas
Primero: Antich sabía que Munar era y es sinónimo de corrupción pues, entre otras cosas, así lo mantuvo tanto el ahora presidente como su espada flamígera de frágil memoria Francina Armengol durante la campaña electoral.
Dos: El Pacte de Gobierno se sustenta en unos votos, los de UM, conseguidos de manera fraudulenta, como ha reconocido ante un juez la mano derecha de Munar, el ex vicepresidente del Consell y ex conseller de Turismo Miguel Nadal. Gracias a esos votos, traducidos en tres diputados, el PSIB y el Bloc lograron arrebatar el gobierno de las Islas al Partido Popular, que fue el más votado.
Tercero: Antich sostuvo que la corrupción era cosa del pasado para justificar su repugnante claudicación ante sus socios uemitas. Sin embargo, esa débil coartada se desmoronó por completo con el caso Voltor, alumbrado y cocinado desde una conselleria de su Govern y que afecta muy directamente al entorno político más cercano del actual presidente de UM.
Cuarto: PSM y PSIB permitieron los ataques a la directora de Televisión de Mallorca y el intento de decapitarla por parte de UM. Siguen callando ante los desmanes del munarista Antoni Martorell al frente de IB3 y ya no ven a UM tan corrupto como hace quince días.
Quinto: Denuncia tras denuncia, imputación tras imputación, ni Calvo, ni Antich, ni Armengol, ni Grosske ni Biel Barceló promovieron ningún acuerdo parlamentario para impedir que Munar siguiera presidiendo el Parlament. Sólo las informaciones de este diario y la delación de Nadal han acabado por librar a los ciudadanos de la jefa de la banda. Ni antes ni ahora pidieron su dimisión.
Sexto: Pese a los votos corruptos, Antich prefiere pactar otra vez con UM antes que someterse a la decisión democrática de los ciudadanos.
Sinvergüenza: Del DRAE: "adj. Dicho de una persona: Que comete actos ilegales en provecho propio, o que incurre en inmoralidades". Ustedes mismos.
Dos: El Pacte de Gobierno se sustenta en unos votos, los de UM, conseguidos de manera fraudulenta, como ha reconocido ante un juez la mano derecha de Munar, el ex vicepresidente del Consell y ex conseller de Turismo Miguel Nadal. Gracias a esos votos, traducidos en tres diputados, el PSIB y el Bloc lograron arrebatar el gobierno de las Islas al Partido Popular, que fue el más votado.
Tercero: Antich sostuvo que la corrupción era cosa del pasado para justificar su repugnante claudicación ante sus socios uemitas. Sin embargo, esa débil coartada se desmoronó por completo con el caso Voltor, alumbrado y cocinado desde una conselleria de su Govern y que afecta muy directamente al entorno político más cercano del actual presidente de UM.
Cuarto: PSM y PSIB permitieron los ataques a la directora de Televisión de Mallorca y el intento de decapitarla por parte de UM. Siguen callando ante los desmanes del munarista Antoni Martorell al frente de IB3 y ya no ven a UM tan corrupto como hace quince días.
Quinto: Denuncia tras denuncia, imputación tras imputación, ni Calvo, ni Antich, ni Armengol, ni Grosske ni Biel Barceló promovieron ningún acuerdo parlamentario para impedir que Munar siguiera presidiendo el Parlament. Sólo las informaciones de este diario y la delación de Nadal han acabado por librar a los ciudadanos de la jefa de la banda. Ni antes ni ahora pidieron su dimisión.
Sexto: Pese a los votos corruptos, Antich prefiere pactar otra vez con UM antes que someterse a la decisión democrática de los ciudadanos.
Sinvergüenza: Del DRAE: "adj. Dicho de una persona: Que comete actos ilegales en provecho propio, o que incurre en inmoralidades". Ustedes mismos.