martes, 29 de diciembre de 2009

Disquisiciones sobre las lenguas regionales, por Amando de Miguel



Lenguas "propias" son todas, propias de quienes las hablan. Hay después lenguas comunes a una nación y otras particulares o regionales, que se hablan en una parte de esa nación. Algunas lenguas nacionales son también de comunicación internacional, como el español o el inglés.

Gabriel Ter-Sakarian Arambarri añade un último dato a la disquisición de las palabras vascas a partir de la raíz . "En la región que más adelante se llamó Armenia, estuvo el reino de Urartu. Eso sí que suena a vasco". Ya sabemos que "ur" en vasco es "agua". Recordemos Urgull, Usúrbil, Urmia.

José Antonio Martínez Pons revela un suceso para rebelarse, pero el hombre no se ahoga; sólo se desahoga. Resulta que el Gobierno de su comunidad (Baleares) ha decidido eliminar de las listas de interinos a la docencia a los que "no estén en posesión de no sé qué nivel de catalán". Es decir, que don José Antonio se encuentra con varias titulaciones superiores, sus oposiciones sacadas, "en las que, por supuesto, nadie me exigió ningún nivel de castellano", amén de sus bastantes publicaciones en castellano y en mallorquín, incluido algún premio literario. Pues bien, con ese equipaje, se encuentra que "no podría ejercer como docente en mi tierra porque no tengo el mentado nivel de catalán". Vivir para ver.

Don José Antonio me señala que en mallorquín castizo se dice o se decía "bones tardes", pero "bon dia", "bona nit" o "bon vespre". Quizá por influencia del catalán se tienda a decir ahora "bona tarda". Sigo maravillado con la opción del plural que se utiliza en castellano. También observo que, en ciertos ambientes empresariales o periodísticos, empiezo a oír en castellano la fórmula en singular ("buen día", etc.).


Paco Rodríguez recuerda que una amiga suya, compañera de estudios de Salamanca, llamaba "probables" a los partidarios de imponer el bable en Asturias. Son los que pretenden traducir "campo magnético" por "prau que atrapa". Naturalmente se trata de una broma, un viejo chiste. Nadie debe ofenderse, pero todavía no ha habido un Premio Nobel de Literatura que haya escrito en bable (tampoco en catalán, vasco o gallego).