El vertido de aguas fecales sin depurar detectado hace días en Formentera no es un hecho puntual, según el biólogo e instructor nacional de buceo, Manu San Félix. El Govern balear anunció el domingo que la fuga, causada por un problema en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Sant Francesc, está "controlada". A las 7.30 horas de mañana, el problema ya estará totalmente solucionado, aseguró el Consell de Formentera ayer en un comunicado.
La máxima institución de la pitiusa menor asegura que los técnicos sustituirán mañana la pieza que provocó la averia, que califica de "desafortunado incidente". Afirman, a su vez, que tanto "la instalación de la planta depuradora como el emisario submarino se encuentran en impecables condiciones". San Félix, reputado investigador marino que ha trabajado, entre otros, con National Geographic, y que lleva 18 años buceando en Formentera, afirma todo lo contrario. "El emisario contraviene toda legalidad: vierte aguas fecales a 18 de metros de profunidad y dentro de la bahía, por lo que esos residuos van a parar a las playas cercanas; no tiene difusores y tiene unos 25 años".
El biólogo niega que se trate de un problema fortuito y mantiene que los vertidos se producen "durante todo el verano desde hace veinte años". "Es falso que hubiera casualmente una avería. No es un accidente, es la normalidad", subraya.
San Félix lamenta que, pese a llevar años denunciando estos vertidos, poco o nada se ha hecho por revertir la situación. A los residuos de este emisario se suman también los de Platja den Bossa y Talamanca. Todo ello está pasando factura a la posidonia oceánica que alfombra el fondo marino pitiuso y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999.
"La posidonia de la zona que va desde el puerto de la Savina hasta el suroeste de la isla está moribunda. Han desaparecido muchas especies protegidas, como caballitos de mar o moluscos bivalvos. La calidad del agua del mar está, además, desvirtuada", lamenta el biólogo. Y es que la posidonia oceánica es la planta que confiere a las aguas pitiusas su celebrada transparencia.
Mientras, la máxima institución de Formentera sacó pecho de manera velada, en relación al vertido, señalando que la fuga se produjo por las "puntas de demanda en horas críticas", producidas "a causa de los buenos resultados de ocupación en esta temporada turística".
Foto Manu San Félix