viernes, 22 de mayo de 2009

Libro Blanco del Turismo en Baleares


LAURA FERRER ARAMBARRI El codirector del ´Libro Blanco del Turismo en las Illes Balears´, Antoni Riera, presentó ayer el volumen en Eivissa, en un acto en el que alertó que en un horizonte de 10 años «si no se hace nada por cambiar el modelo turístico tenderemos a tener cada vez menos riqueza y menos prosperidad». Este consejo es especialmente importante para Eivissa «donde la dependencia del turismo es total y todo gira en torno a este sector», alertó el experto.
Riera, aunque asegura que el libro es optimista y está planteado en clave de ayuda para mejorar, no dudó en reprender «ciertas políticas turísticas que se han llevado a cabo por inercia en las islas». «Ser competitivo significa algo más que pintar la barandilla cada mes de mayo», dijo poco antes de la conferencia. Para Riera «Eivissa sigue dejándose llevar por su imagen de ocio nocturno y no está trabajando ni poniendo en valor con todos los esfuerzos posibles el hecho de que las Pitiüses son las dos islas con mayor biodiversidad de Balears o que cuentan con el único entorno histórico y natural declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco».

El turista no es una molestia

Otro de los problemas endémicos de la sociedad ibicenca relacionados con el turismo «es que observa al visitante como una molestia y eso se transmite», frente a eso «hay que tener en cuenta que el turismo es un motor de prosperidad, de calidad de vida, de satisfación y si lo es para el residente también lo es para el visitante», asegura el también director del CRE de la UIB?y Sa Nostra. Otro problema derivado del anterior es el de la mano de obra «que no sólo debe estar más cualificada sino ser consciente de su papel, porque transmite a los visitantes cómo se vive en las islas y si es mejor o peor recibido».

Aunque todo el sector está preocupado por la actual crisis y por cómo irá esta temporada, el codirector del proyecto asegura que las políticas con miras a corto plazo, pensando únicamente en los mercados, «pueden ayudar pero no son la solución». Así, «el turista del siglo XXI valora más su tiempo que el dinero, quiere un destino en el que vivir cosas que no puede vivir en su país por lo que si el destino no se lo ofrece y otros sí lo hacen terminará por ser olvidado».

Si se hacen los deberes y Balears vuelve a ser puntera y no se queda estancada «volverán a copiarnos como ha pasado hasta ahora», dice el experto. «Si seguimos haciendo las cosas como siempre otros nos ganarán», advierte.

Riera también alerta a las administraciones de la importancia de que asuman que «todo es turismo», que «todas las áreas deben coordinarse en favor del turismo porque teje todas las interrelaciones, afecta a todo y todo le afecta». En los últimos 20 años en materia turística «ha fallado la coordinación, la anticipación y la continuidad y por ello hay que trabajar estos ámbitos», sugiere.

El reto, según postula el ´Libro Blanco´, es la sostenibilidad «pero no se puede ser sostenible si antes no se es competitivo», matiza. La crítica que lanza a la política turística de los últimos años es que «se ha centrado en el mercado y no se ha sido valiente a la hora de combatir la obsolescencia en todos los ámbitos, desde la forma de comercializacion al estado de los hoteles pasando por el producto que se ofrece a los turistas que debe ser cada vez más variado y superar el ´sol y playa´.


Diario de Ibiza