domingo, 12 de diciembre de 2010

Las medusas contraatacan en invierno


Las medusas son conocidas especialmente por su capacidad de ocasionar picaduras a través de unas células urticantes situadas en los tentáculos. También son depredadores muy voraces capaces de alterar los ecosistemas marinos. Suelen aparecer en verano, pero el cambios de temperatura de las aguas ha propiciado su aprición también en invierno
Un estudio realizado durante 50 años por un equipo internacional en el que ha participado el Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía (IEO) confirma que la extensión e intensidad de las proliferaciones de la medusa Pelagia noctiluca cada vez es mayor. Las causas son muy diversas y complejas: la sobrepesca y el calentamiento actual del agua del mar.
"Desde 2002 la frecuencia de estos organismos en el Atlántico nororientales mayor durante los inviernos debido a que éstos han sido más cálidos, con la tendencia a aparecer más temprano y más tiempo en su ciclo anual", señala María Luz Fernández de Puelles, la única coautora española del estudio e investigadora en el Centro Oceanográfico de Baleares del IEO.
El estudio, que se ha publicado en la revista Biology Letters, recoge 50 años de análisis y demuestra que durante los inviernos más cálidos se favorece la entrada de la corriente superficial al Mar Mediterráneo a través de Gibraltar, y con ella las condiciones adecuadas para la medusa Pelagia noctiluca. Esta especie prolifera en las costas españolas, donde hay más alimento que en las zonas oceánicas.

Consecuencias para la pesca y el turismo

Los científicos registraron Pelagia noctiluca adultas en diferentes lugares del Mediterráneo occidental, entre ellos las islas Baleares. Su abundancia llamó la atención en el otoño e invierno de 2007 y durante la primavera de 2010, además de los veranos. Según datos existentes para el Mediterráneo, la periodicidad de sus proliferaciones es de 12 años, con una mayor permanencia de cuatro años. "Pero desde 1998 estos periodos se han acortado y son más frecuentes", asegura Fernández de Puelles.
El aumento de medusas a lo largo del año afecta "directamente" a las pesquerías, a la acuicultura, y al turismo, "por sus efectos tóxicos y el veneno de las células urticantes y por aparecer especialmente en verano causando un importante efecto socio-económico", apunta Fernández de Puelles. Según la experta, el aumento de la cantidad y del tiempo de permanencia de las medusas se debe sobre todo a la sobrepesca, pero los efectos hidroclimáticos, como el cambio climático y el calentamiento actual del agua del mar, también influyen.
La medusa 'Pelagia noctiluca' puede formar 'enormes enjambres' visibles en costas y playas españolas. "Las medusas son depredadores muy voraces en lo alto de la red trófica, se alimentan directamente de larvas de peces y compiten por el alimento con otros organismos del zooplancton, por lo que alteran drásticamente la estructura trófica de los ecosistemas marinos", manifiesta la científica. "Sus consecuencias se deben seguir investigando",concluye.