Accedió al cargo de forma interina, a la espera de que Gobierno y PP pacten el nombre del nuevo Defensor del Pueblo, pero María Luisa Cava de Llano y Carrió actúa como si su paso por esta institución no tuviese los días contados. La Defensora del Pueblo en funciones ha despedido a la secretaria general, María del Mar España, y ha emprendido una profunda reorganización interna. Unos cambios que han sorprendido a los funcionarios del organismo, ya que no ha pasado ni una semana desde que expiró el mandato de Enrique Múgica, y se daba por hecho que Cava de Llano sólo ejercería el cargo como una figura de transición.
Sin embargo, la nueva Ombudsman expresó desde el primer día su ambición de permanecer en el cargo: “Espero que me dejen trabajar durante un tiempo, cuanto más mejor; que no tengan
prisa, que conozco bien la institución y tengo muy claro que las cosas no se solucionan poniendo patas arriba los gobiernos. Tengo un sentido de la responsabilidad de Estado que es muy importante para ejercer este cargo”. Así resaltaba sus propias virtudes para continuar en el puesto en una entrevista a Europa Press el 1 de julio, su primer día en el despacho de Múgica.
prisa, que conozco bien la institución y tengo muy claro que las cosas no se solucionan poniendo patas arriba los gobiernos. Tengo un sentido de la responsabilidad de Estado que es muy importante para ejercer este cargo”. Así resaltaba sus propias virtudes para continuar en el puesto en una entrevista a Europa Press el 1 de julio, su primer día en el despacho de Múgica.
Pero, a diferencia de lo que declaró entonces, no tardó más de 24 horas en relevar a la secretaria general y ordenar cambios en diversas áreas y gabinetes, como el de Justicia. Fuentes de la oficina del Defensor del Pueblo confirmaron a este diario los relevos, aunque todavía no han sido comunicados oficialmente, y ayer María del Mar España continuaba apareciendo en el organigrama de la web de la institución.
No se trata de un cambio menor. La Secretaría General es un puesto clave, y entre sus funciones se encuentra el control los departamentos de Régimen Económico, Publicaciones, Estudios y Modernización, Atención al Ciudadano, Régimen Interior e Informática.
Sin esperar a que PSOE y PP designen a un nuevo Defensor del Pueblo, Cava de Llano se ha lanzado también a detallar a los medios de comunicación cuáles deben ser las nuevas prioridades del organismo. Ayer mismo abogó por que esta institución amplíe su papel de mediador para contrarrestar el “colapso” de la Administración de Justicia, y avanzó que trabajará para aumentar la colaboración con las comunidades autónomas.
El tiempo corre a favor del PP
El tiempo corre a favor de la Defensora interina, ya que socialistas y populares todavía no han movido ficha para buscar un sustituto a Múgica. Pese a que se han barajado nombres como Soledad Becerril, Carmen Alborch, Javier Moscoso o Francisco Vázquez, el presidente del Gobierno y Mariano Rajoy todavía no han hablado del asunto. El PP juega con ventaja, ya que Cava de Llano fue designada Adjunta Primera a Múgica a propuesta del Grupo Popular, por lo que al PSOE le preocupa que la negociación se bloquee y se alargue incluso años, como ha sucedido con la renovación del Tribunal Constitucional.
Fuentes socialistas de la Comisión parlamentaria de Relaciones con el Defensor del Pueblo criticaron que Cava de Llano se permita reestructurar la oficina durante un periodo de provisionalidad, y expresaron su temor a que el PP utilice a la Defensora interina para sacar ventaja en las negociaciones con el Gobierno. Como Múgica, Cava de Llano tiene un marcado perfil político, ya que fue diputada popular en el Congreso entre 1993 y 2000, y ha ejercido diversos cargos públicos en Ibiza y en el Parlamento de las Islas Baleares.
La batalla partidista por controlar la institución ha comenzado, y es que el Defensor del Pueblo se ha convertido en un actor político importante, como demostró el recurso de inconstitucionalidad contra el Estatuto de Cataluña que interpuso el Ombudsman español, y que a punto estuvo de costarle una reprobación del Congreso a Múgica.