El Congreso acaba de aprobar el nuevo sistema de financiación autonómica, pero sus consecuencias van a ser muy distintas a lo inicialmente previsto por el Gobierno. Principalmente en tres regiones: Andalucía, Castilla La Mancha y Canarias, las tres comunidades autónomas que salen peor paradas con el nuevo modelo en términos relativos. Por el contrario, Madrid, que había mostrado serias reservas sobre la reforma, es quien obtiene mejores resultados comparativos, lo que echa por tierra las previsiones del propio Gobierno, que diseñó un esquema que pivotaba alrededor de Cataluña, la región que impulso el nuevo sistema.
Las conclusiones sobre quién gana y quién pierde con el nuevo modelo de financiación autonómica las acaba de publicar la Fundación de Economía Aplicada (Fedea), y el resultado supone un giro radical respecto de los planteamientos iniciales. Y, por supuesto, respecto de lo previsto por la vicepresidenta Salgado. El autor del estudio es el economista Ángel de la Fuente, uno de los mayores expertos del país en financiación regional. Según sus datos, el caso más singular es el de Andalucía, Castilla La Mancha y Canarias, que de situarse en los primeros lugares por financiación per cápita con el anterior modelo han pasado a ocupar las últimas posiciones. En concreto, sostiene De la Fuente, “pierden entre 6 y 9 puntos y caen hasta los últimos puestos del ranking de financiación por habitante ajustado”.
Dicho en términos más precisos. Siendo la media del Estado 100 puntos, los recursos de los habitantes de Andalucía caen un 9,2% respecto de la media. Los de Canarias retroceden un 8,6% y los de Castilla La Mancha un 6,1%. Cantabria también sufre una merma relevante en su financiación per cápita (un -6,3%), pero al menos se mantiene por encima de la media.
No ocurre lo mismo con las otras tres regiones citadas anteriormente, que en todos los casos se sitúan por debajo de la media. Andalucía pasa del puesto 8 al 15 en financiación per cápita; Castilla La Mancha, del 9 al 11 y, finalmente, Canarias, de ocupar el puesto número 10 es con el nuevo sistema la peor situada, la 17
Con el nuevo modelo, Cantabria continúa siendo la región con mayor financiación per cápita (un 113,5% siendo la media 100), pero empeora respecto del anterior sistema, y que expira el 1 de enero próximo. Tras Cantabria se sitúan La Rioja (111,8%) y Extremadura (106,3%). El caso más espectacular, sin embargo, es el de Madrid que de situarse como la tercera peor financiada con el anterior sistema, pasa a colocarse la tercera por arriba. Alcanza el 109,7%, frente al 95,5% anterior, lo que da idea de su avance.
Madrid y Cataluña, ganan
Respecto a Cataluña, que se sitúa ya por encima de la media como quería la Generalitat, gana algo más de 5 puntos, lo que podría ser “razonable”, asegura De la Fuente, toda vez que era “uno de los objetivos centrales de la reforma desde el punto de vista del Gobierno”. Ahora bien, matiza, las reglas que hacen esto posible implican en el caso de Madrid una ganancia “seguramente excesiva que esta comunidad nunca ha reclamado”. Lo preocupante, sugiere, es que el nuevo modelo no consiguen elevar el nivel de financiación per cápita en términos relativos de dos regiones que históricamente han sido pero tratadas con el reparto de fondos del Estado. Valencia y a Baleares continúan por debajo del 95%, lo que las convierte en las ‘paganas’ del sistema.
De la Fuente, que es economista del Instituto de Análisis Económico, un centro dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), recuerda en su trabajo que para financiar las mejoras de Madrid y Cataluña, alguien tiene que perder posiciones. Pues bien, una parte del sacrificio viene de regiones muy bien financiadas hasta el momento (Cantabria, Rioja, Extremadura y Aragón) que seguirán estando “claramente por encima de la media con el nuevo sistema”, pero el resto sale de Andalucía, Canarias y Castilla la Mancha, que estaban antes en torno a la media y ahora caen por debajo de 95.
“Un último agravante”, asegura De la Fuente “es que una parte importante de las pérdidas que sufren estas regiones son fruto de ciertos accidentes técnicos que acentúan considerablemente el desplome del Fondo de Suficiencia en 2009 y de la decisión arbitraria de no aplicar el criterio general de reparto del Fondo de Competitividad en 2009. En su conjunto, afirma de la Fuente, “resulta difícil evitar la sensación de que estamos desvistiendo un santo para vestir otro”.
La parte más positiva del nuevo modelo es que se reduce la distancia entre la región con mayor financiación per cápita y la que cuenta con menos recursos, lo que en principio favorece la equidad fiscal. La dispersión de la financiación por habitante ajustado que se observará en 2009 con el nuevo sistema (7.23) es “significativamente menor” que la que se habría observado en el mismo año con el modelo anterior (10.15) y se sitúa incluso por debajo del nivel correspondiente a 2007 (8.09).
El Confidencial