sábado, 18 de abril de 2009

Mentían los periodistas de la antigüedad: crecen las víboras en Ibiza


Los isleños nos hemos creído a salvo de cualquier invasión exterior, pero nos van cayendo todas encima de una forma incontestable. No es sólo la maldita y peligrosísima procesionaria (no hay que jugar con ella, ni tocarla aunque esté muerta) sino incluso el símbolo que sacralizaba el estatus de Ibiza, isla exenta de animales ponzoñosos, donde no crecen las serpientes.
Antiguamente ya hacían lo mismo que hoy. Alguien escribía un texto y a partir de ahí iba pasando de mano en mano, a menudo con extrañas extrapolaciones.
Así se puso de moda considerar recintos o islas como zona sagrada. La isla de Delos, el tofet de Tanit en Cartago, las grutas o templo de es Cuieram (no me lo corrijan, hagan el favor), Ibosim, etc.
«La tierra de Ibiza ahuyenta a las serpientes, la de Columbraria (Formentera) las engendra y son muy dañinas para todos, a menos que se traiga consigo tierra ebusitana», escribió Plinio El Viejo. La leyenda empezó a correr, pero no me extrañaría que fuera una táctica de los plutócratas de Cartago para vender parcelas a los comerciantes ancianos que deseaban morir y conservarse en tierra sagrada.
El hecho es que nada cuadra. ¿Cómo va a haber serpientes en Formentera y no haberlas en Ibiza? Yo imagino que en ambas islas camparon a sus anchas, hasta que los depredadores agotaron la despensa. ¿Y cuáles son?
En las islas hubo y hay dos muy eficaces: los halcones y los erizos.
En mi ´Diccionario de Secretos de Ibiza´ popularicé un invento de la casa: en Ibiza no hay serpientes porque los erizos se las han comido. Curiosamente, el profesor Toni Planas, («et fotré un roscu») siempre me manifestaba su acuerdo y le hacía mucha gracia el asunto.
Claro que ha habido serpientes, y víboras muy venenosas. Y otros bichos poco recomendables, aunque hay quien pretende esconderlo, como se quiso esconder la gran avalancha de medusas que yo detecté meses antes de que saliera en la prensa y todos mis amigos se mofaban en mi blog.
Boas he visto varias, una enorme que se trajo a Ibiza Titsrené, que la paseaba por las calles del puerto. Veo que un documentalista las exhibe a los niños de las escuelas de Ibiza.
La noticia que me encantó, pues demuestra que todo aquello que pueda funcionar mal alguna vez lo hará. O sea, la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla, la publicó el Diario de Ibiza el 23 de mayo de 2007: una culebra ligeramente venenosa pero no mortal ha sido capturada en la playa d´en Bossa. Medía más de un metro y la noticia explicaba el despliegue de policías y especialistas, todos, excepto la VI Flota de los Estados Unidos. ¿Dónde estará ahora? Se supone que en la Península. Hasta entonces ya se llevaban detectadas unas veinte. Llegaron a Ibiza dormiditas dentro de los huecos de los troncos de olivo. Criaturitas del Señor.

Mariano Planells

Diario de Ibiza, 18 de abril 2009