Fernando Bertazioli vuelve al tema para tratar el expolio catalán de esta isla:
Otra vez con las Damas de Ibiza
Cuando escribí últimamente sobre la ´Dama de Ibiza´ que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid (catalogada con el número M-36170), hubiera podido escribir también sobre la que existe en el Museo de Barcelona (como lo remarca el escrito del señor Pere Torres, nuestro senador, del pasado 26 de febrero) y que son ambas casi idénticas, pues fueron hechas con el mismo molde pero con unos retoques hechos a mano, lo que las diferencian una de la otra.
La ´Dama d´Eivissa´ del Museo Arqueológico de Barcelona (catalogada con el número B-8538) es ligeramente más alta que la madrileña. Pero vale la pena historiar cómo llegó al museo catalán y aquí es de suma importancia lo que escribió María José Almagro Gorbea, que fue directora del Museo de Eivissa, en su magnífico libro ´Corpus de las terracotas de Ibiza´, editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en 1980, que con sus 348 páginas y 215 láminas es de una gran importancia por lo que nos interesa.
En la página 48 podemos leer, habiendo yo omitido el nombre del anticuario: «Una vez citados algunos arqueólogos más o menos oficiales de los años 1910 a 1920... no debemos olvidar tampoco nombrar aquí a la otra serie no menos numerosa y pintoresca de excavadores clandestinos (y entre estos) la mejor colección recogida de la isla fue la de un anticuario mallorquín. Pagó durante años a varios propietarios de terrenos y a varios excavadores clandestinos para que exploraran sin respeto los yacimientos ibicencos y así llegó a reunir un rico y numeroso lote de objetos que en el año 1914 expuso en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona, como buen negociante, con fines lucrativos y que afortunadamente y con muy buen acuerdo fue adquirida en su totalidad por la Junta de Museo de Barcelona». La Dama d´Eivissa figuraba en el lote.
Al vender estos objetos sustraídos ilegalmente y clandestinamente podemos considerar que fueron robados al patrimonio ibicenco y al ser comprados por la Junta de Museos de Barcelona, hay en esta receptación una base muy sólida para considerar que los museos de Barcelona se hicieron cómplices de este expolio.
Después de lo expuesto, ignorado posiblemente por alguna de nuestras autoridades, había que pensar seriamente que se llegase a un acuerdo que satisfaga a ambas partes, o sea a los museos de Eivissa y Barcelona, para que parte de esta colección, entre la que tendría que figurar obligatoriamente la ´Dama d´Eivissa´ (pieza B-8538), entre otras valiosas, nos fuese devuelta, no bajo forma de préstamo, sino en plena propiedad.