- En Dalt Vila hay vestigios fenicios, romanos, vándalos, bizantinos y árabes.
- Ibiza tiene un habitante ilustre bajo las aguas, la 'Posidonia oceánica'.
Acude a la mente al hablar de Ibiza los destellos de las fiestas que se extienden más allá del alba y que han dado fama a la isla más allá de toda frontera. Sin restarle valor a esta explosión de alegría nocturna y diurna, Ibiza ofrece un abanico de posibilidades alejadas de las discotecas. Los 570 kilómetros cuadrados de Ibiza concentran un patrimonio tan extensoque impide al visitantes sufrir el mal del Godo, veáse el agobio de un peninsular al verse rodeado de agua. En ella, se olvidan los límites geográficos. Lejos de sentirse un náufrago en un islote, quien conoce de cerca la mágica isla no soporta alejarse demasiado de ella.
Un lugar para la historia
La diversidad patrimonial y la riqueza natural de Ibiza fueron valores más que suficientes para que en el año 1999 la UNESCOdecidiera concederle el privilegio y la protección que otorga la
declaración como Patrimonio de la Humanidad. Su enclave estratégico, un refugio en medio del mar, fue determinante para que diversas civilizaciones, pródigos mercaderes, apreciaran de inmediato el valor de Ibiza y de Formentera como clave en las rutas de navegación mediterránea.
Puig d'es Molins es la necrópolis fenicia más extensa y mejor conservadaLas diferentes civilizaciones que se asentaron en la isla tuvieron a bien dejar para la posteridad numerosos vestigios que hablan, como libros abiertos, de su estancia en la isla. De la cultura fenicio-púnica se preservan dos amplias muestras de excepcional valor. Por un lado están los restos arqueológicos de la población de Sa Caleta, ubicados en la cala homónima, que ofrecen una perfecta composición del singular urbanismo fenicio. Ubicado en el término municipal de Sant Josep de sa Talaia, el poblado fue fundado a finales del siglo VIII a.C por fenicios procedentes del extremo occidental del Mediterráneo, para ser abandonado a finales del siglo VII o principios del siglo VI aC.
Otro legado de esta civilización se encuentra en el yacimiento de Puig d'es Molins, la necrópolis más extensa y mejor conservada de esta cultura. Está compuesta por cerca de 3.500 hipogeos, bóvedas subterráneas que en la antigüedad se usaban para conservar los cadáveres sin quemarlos. De la civilización púnico-fenicia se conservan también restos que acercan a sus vidas cotidianas, como cerámicas y terracotas.
declaración como Patrimonio de la Humanidad. Su enclave estratégico, un refugio en medio del mar, fue determinante para que diversas civilizaciones, pródigos mercaderes, apreciaran de inmediato el valor de Ibiza y de Formentera como clave en las rutas de navegación mediterránea.
Puig d'es Molins es la necrópolis fenicia más extensa y mejor conservadaLas diferentes civilizaciones que se asentaron en la isla tuvieron a bien dejar para la posteridad numerosos vestigios que hablan, como libros abiertos, de su estancia en la isla. De la cultura fenicio-púnica se preservan dos amplias muestras de excepcional valor. Por un lado están los restos arqueológicos de la población de Sa Caleta, ubicados en la cala homónima, que ofrecen una perfecta composición del singular urbanismo fenicio. Ubicado en el término municipal de Sant Josep de sa Talaia, el poblado fue fundado a finales del siglo VIII a.C por fenicios procedentes del extremo occidental del Mediterráneo, para ser abandonado a finales del siglo VII o principios del siglo VI aC.
Otro legado de esta civilización se encuentra en el yacimiento de Puig d'es Molins, la necrópolis más extensa y mejor conservada de esta cultura. Está compuesta por cerca de 3.500 hipogeos, bóvedas subterráneas que en la antigüedad se usaban para conservar los cadáveres sin quemarlos. De la civilización púnico-fenicia se conservan también restos que acercan a sus vidas cotidianas, como cerámicas y terracotas.
El barrio de Dalt Vila
Los fenicios abandonaron Sa Caleta, pero no fue una decisión baladí ni provocada por la urgencia. En sus mentes se gestaba un proyecto más ambicioso, de mayor envergadura y seguridad para los moradores. Fue en el siglo VII o a principios del VI a.C cuando los fenicios fundaron Ibosim, origen de la actual ciudad de Ibiza, sobre la colina de Vila.
Los fenicios abandonaron Sa Caleta para fundar luego Ibosim, IbizaDesde el promontorio natural, estos mercaderes natos defendían mejor sus dominios estratégicos. Ibosim se convertía así en la primera ciudad del archipiélago balear que, con el auge comercial, pronto sería una de las más importantes a lo largo y ancho del Mediterráneo.
El dominio de las tierras sería arrebatado a los fenicios durante la tercera Guerra Púnica, pasando a manos romanas. En el siglo V, serán vándalos y bizantinos quienes ostentarán el poder en ella, para pasar a ser parte del emirato de Córdoba con el nombre de Yabisa cinco siglos después. De todas estas civilizaciones se conservan vestigios en Dalt Vila.
El recinto amurallado de la ciudad de Ibiza, consta de cinco puertas de acceso, de las cuales la principal la de ses Taules, custodiada por dos estatuas romanas, unas reproducciones de las originales que se conservan en el Museo Arqueológico.
La principal puerta de las cinco puertas de la ciudad vieja es la de Ses TaulesUna vez flanqueadas las puertas, el visitante tiene mucha Ibiza por descubrir: los baluartes y el revellín, desde donde se dominan las mejores vistas sobre la bahía; el antiguo convento de los dominicos, actualmente la casa consistorial de Ibiza; la Catedral de Ibiza, iniciada en el siglo XIV y finalizada en el siglo XVIII; el Palacio Episcopal, hogar de ilustres obispos, el Museo Arqueológico, ubicado en el antiguo edificio de la Universidad; el edificio de la Real Curia; el Castillo, la Torre del Homenaje, la Almudaina y la casa del Gobernador; el Museo de Arte Contemporáneo, ubicado en una antigua sala de armas del siglo XVIII; la capilla de Sant Ciriac, con una entrada que según la leyenda fue el punto de acceso de los catalanes para la conquista de la ciudad en 1235; el Seminario, antigua residencia de los jesuitas y más tarde seminario diocesano y l'Hospitalet, antigua iglesia en la actualidad habilitada como sala de exposiciones.
Praderas de Posidonia
Ibiza lo es tanto en su superficie como en sus dominios submarinos y tanta es la belleza que se concentra en dique seco como en las inmensidades del Mediterráneo. Ibiza tiene un habitante ilustre bajo las aguas. Se trata de la Posidonia oceánica, una planta endémica que en colonias forma inmensas praderas. Se considera que en las Islas Balears y Pitiusas existen unos 750 kilómetros cuadrados de extensión de praderas de Posidonia, un frondoso bosque bajo el Mediterráneo.
Guía repsol- 20minutos
Los fenicios abandonaron Sa Caleta para fundar luego Ibosim, IbizaDesde el promontorio natural, estos mercaderes natos defendían mejor sus dominios estratégicos. Ibosim se convertía así en la primera ciudad del archipiélago balear que, con el auge comercial, pronto sería una de las más importantes a lo largo y ancho del Mediterráneo.
El dominio de las tierras sería arrebatado a los fenicios durante la tercera Guerra Púnica, pasando a manos romanas. En el siglo V, serán vándalos y bizantinos quienes ostentarán el poder en ella, para pasar a ser parte del emirato de Córdoba con el nombre de Yabisa cinco siglos después. De todas estas civilizaciones se conservan vestigios en Dalt Vila.
El recinto amurallado de la ciudad de Ibiza, consta de cinco puertas de acceso, de las cuales la principal la de ses Taules, custodiada por dos estatuas romanas, unas reproducciones de las originales que se conservan en el Museo Arqueológico.
La principal puerta de las cinco puertas de la ciudad vieja es la de Ses TaulesUna vez flanqueadas las puertas, el visitante tiene mucha Ibiza por descubrir: los baluartes y el revellín, desde donde se dominan las mejores vistas sobre la bahía; el antiguo convento de los dominicos, actualmente la casa consistorial de Ibiza; la Catedral de Ibiza, iniciada en el siglo XIV y finalizada en el siglo XVIII; el Palacio Episcopal, hogar de ilustres obispos, el Museo Arqueológico, ubicado en el antiguo edificio de la Universidad; el edificio de la Real Curia; el Castillo, la Torre del Homenaje, la Almudaina y la casa del Gobernador; el Museo de Arte Contemporáneo, ubicado en una antigua sala de armas del siglo XVIII; la capilla de Sant Ciriac, con una entrada que según la leyenda fue el punto de acceso de los catalanes para la conquista de la ciudad en 1235; el Seminario, antigua residencia de los jesuitas y más tarde seminario diocesano y l'Hospitalet, antigua iglesia en la actualidad habilitada como sala de exposiciones.
Praderas de Posidonia
Ibiza lo es tanto en su superficie como en sus dominios submarinos y tanta es la belleza que se concentra en dique seco como en las inmensidades del Mediterráneo. Ibiza tiene un habitante ilustre bajo las aguas. Se trata de la Posidonia oceánica, una planta endémica que en colonias forma inmensas praderas. Se considera que en las Islas Balears y Pitiusas existen unos 750 kilómetros cuadrados de extensión de praderas de Posidonia, un frondoso bosque bajo el Mediterráneo.
Guía repsol- 20minutos